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Opinión y Actualidad

Crítica de "Diamante en bruto"

La cineasta francesa Agathe Riedinger debuta en el largo con este drama sobre una chica de los suburbios, a quien interpreta Malou Khebizi, obsesionada con la cultura de las apariencias y con la dictadura del éxito fácil que venden las redes sociales.

18/07/2025

Por Beatriz Martínez
Para Fotogramas

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Liane se ha hecho a sí misma, es una máscara. Parece como si no quisiera que nadie supiera quién es realmente. Se ha operado el pecho, se maquilla de una manera extrema, pero es solo una forma de escapar de sus frustraciones e inseguridades dentro de un entorno profundamente hostil en el que nadie se ha ocupado de ella (su madre la dejó en un centro de acogida) y se siente responsable de su hermana pequeña. Liane está perdida. Es una chica de los suburbios obsesionada con la cultura de las apariencias y con la dictadura del éxito fácil que venden las redes sociales: si logras más 'followers' te conviertes en 'influencer' y puedes acceder a participar en 'realities' o en campañas para vender una imagen 'hipersexualizada' que no se corresponde con la realidad. No es otra cosa que esa falsa representación que se impone dentro de la exhibición digital en la que nos encontramos y en la que importa, por encima de todas las cosas, el elemento aspiracional.

Agathe Riedinger debuta en el largo con este contundente manifiesto en torno a una generación perdida en las imágenes que se proyectan de cada uno de nosotros en las redes sociales y que configuran una especie de generación vacía en la que la identidad se diluye por completo. 'Diamante en bruto' nos sumerge casi en primera persona en la experiencia de Liane y, a través de ella, nos introducimos en un 'agnst' generacional que pocas veces se han contado de forma tan precisa y reveladora en la pantalla, de manera al mismo tiempo cruda, sórdida y, a la vez delicada, como ocurre, por ejemplo, en el cine de Andrea Arnold. Puede que en algunos momentos la directora tienda a caer en algunos lugares comunes, pero, sin embargo, está claro que la obra tiene una entidad propia a la hora de abordar conflictos contemporáneos en lo que se refiere al empoderamiento femenino, al deseo y la autoestima de una generación que tiene a su alcance toda una serie de modelos de referencia que no dejan de ser de lo más distorsionados.

Para los que buscan un retrato generacional que entronca con los tiempos de la dictadura digital.