El cineasta surcoreano ('La viajera') vuelve a observar los cambios del comportamiento humano en esta cinta que se desarrolla en un ambiente universitario y por la que eHong Sang-soo y la protagonista, Kim Min-hee, fueron premiados en el Festival de Gijón.
Por Antonio Trashorras
Para Fotogramas
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Sin alterar un milímetro su horma estilística ni mendigar la atención del no afín a tan reconocible patrón, puede que, esta vez sí, Hong Sang-soo haya confeccionado una obra que disfruten los ‘no fanáticos’ suyos. A mí, en cambio, 'En la corriente' no me ha gustado más, sino igual, o sea mucho, que las veintitantas películas anteriores que he visto del coreano. Eso sí, admito que es una de las pocas que recomendaría a, por un lado, absolutos ajenos a su filmografía o esporádicos poco fascinados por alguno de sus títulos más livianos, y, por otro, a quienes creen que hay tecleadores de críticas (hola) que insistimos en alabar según qué películas donde ‘apenas pasa nada’ solo por hacernos los diferentitos. Y es que, dudando de su superioridad respecto a tantas gemas suyas anteriores, y negando que aquellas fueran tediosas o escasas de contenido, sí pienso que estamos ante una pieza idónea para descubrir el ingrávido universo de este creador, maestro de una filigrana narrativa osada como pocas: el clímax emocional posterior a la propia trama y basado en una pieza escondida (es decir, en elipsis) dentro de ellas.