El proceso judicial más extenso del país inició la lectura de acusaciones y podría durar más de una década. La expresidenta criticó el juicio y habló de “show judicial”.
Por primera vez en la historia judicial de nuestro país, 60 empresarios se sentaron en el banquillo de los acusados como partícipes de una estructura de corrupción. A la cabeza de esa organización criminal que la justicia federal calificó como una asociación ilícita, se encuentra Cristina Kirchner. Después de siete años desde que se clausuró la investigación, este jueves y con 86 imputados comenzó el juicio de los cuadernos de las coimas.
HACÉ CLICK AQUÍ PARA UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP DE DIARIO PANORAMA Y ESTAR SIEMPRE INFORMADO
La primera audiencia expuso problemas técnicos y duró cuatro horas y una resistencia de Cristina Kirchner a aparecer en el Zoom y esconderse detrás de su abogado Carlos Beraldi. Mientras, en X ensayó otra defensa política diciendo que el juicio era una "opereta judicial", al igual que hizo en el 2019 con el inicio de la causa Vialidad donde terminó condenada a 6 años de prisión.
Se leyó en este primer día, las primeras 132 páginas del requerimiento de elevación a juicio oral de la causa central. En total son 678 páginas las que conforman este tramo. Resta la lectura de otros cuatro casos conexos. Será el próximo jueves, desde las 09:30 cuando se reanude el debate oral por el caso los Cuadernos de las Coimas.
El Tribunal Oral Federal 7 (TOF 7), integrado por los jueces Enrique Méndez Signori, Fernando Canero y Germán Castelli, dio inicio este jueves al caso donde se juzga una asociación ilícita que operó desde las más altas esferas del Poder Ejecutivo Nacional desde 2003 a 2015. Los tres jueces estaban en una modesta oficina del sexto piso del palacio de Tribunales rodeados de expedientes. Esa estructura criminal, como describió la justicia federal, se dedicó al cobro de fondos ilegales: es decir, coimas.
Con la intervención de la fiscal general, Fabiana León, que definió este expediente como la investigación de hechos de corrupción “más extensa que se ha realizado en la historia judicial argentina y solo comparable a unas pocas a nivel mundial”, de dio inicio al debate oral y público que sólo contará -por cuestiones de agenda del Tribunal- con una audiencia semanal hasta marzo de 2026, cuando se sumará una más.
A las 08:30 comenzaron a conectarse los 86 acusados y más de un centenar de abogados. La acreditación por parte del Tribunal de todos los participantes en el juicio, donde se debe contabilizar a la querella, la Unidad de Información Financiera (UIF) y al Ministerio Público Fiscal, demoró cerca de dos horas.
Las dificultades técnicas quedaron expuestas. Recién una hora más tarde de lo fijado, el TOF 7 dio por iniciada la audiencia donde la secretaria comenzó con la lectura del requerimiento de elevación a juicio oral: el mismo consta de 678 páginas y este jueves se llegó sólo hasta la 132.
El Tribunal a pedido de la fiscalía, destinará cinco audiencias a la lectura de los requerimientos de elevación a juicio, donde consta el detalle de la maniobra, las medidas de prueba que posibilitaron corroborar la misma, la responsabilidad penal de todas las personas que están sentadas en el banquillo de los acusados. Una suerte de mapa de lo que el fallecido juez Claudio Bonadio, calificó como la “mayor maniobra de corrupción de los últimos veinte años”.
A las 10:38 cuando llevaba pocos minutos la audiencia, el presidente del TOF 7 -Enrique Méndez Signori-, pidió a los acusados que se asomen a las respectivas cámaras. Para ese momento a Cristina Kirchner, señalada como jefa de la asociación ilícita y de 204 hechos de cohecho pasivo (haber recibido sobornos), se mostró por unos pocos segundos.
A lo largo de cuatro horas de audiencia en la conexión de San José 1111 donde cumple arresto domiciliario por la condena de corrupción del caso Vialidad, preponderó la imagen de su abogado Carlos Beraldi. Los primeros párrafos de la lectura del requerimiento bajo el título de “Introducción” dieron cuenta de la declaración testimonial del periodista Diego Cabot responsable de la investigación que dio origen a la causa.
La asociación ilícita
Después se describieron los hechos hasta el momento en el que la secretaria hizo referencia directa a la ex presidenta y a la asociación ilícita que la condujo por segunda vez, a comparecer ante un Tribunal por hechos de corrupción.
“Tengo por cierto y demostrado que Cristina Fernández, Julio De Vido, Miguel DE VIDO, Roberto Baratta, Carlos Wagner, Ernesto Clarens, Nelson Lazarte, Rafael Llorens, José María Olazagasti, Claudio Uberti, Oscar Centeno, Gerardo Luis Ferreyra, Germán Ariel Nivello, José Francisco López, y Oscar Alfredo Thomas integraron una asociación ilícita, que desarrolló sus actividades al menos desde el mes de mayo del año 2003 y hasta el mes de noviembre del año 2015, y cuya finalidad fue organizar un sistema de recaudación de fondos para recibir dinero ilícito con el fin de enriquecerse ilegalmente y de utilizar parte de esos fondos en la comisión de otros delitos”.
Aquellos términos fueron los que escuchó Cristina Kirchner y que ratificaron su frustrada estrategia para evitar un nuevo juicio y sobre todo, la acusación como jefa de una asociación ilícita que tiene una escala penal que va de cinco a diez años.
Con relación a la ex Presidenta, se leyó durante la audiencia, “se encuentra acreditada su intervención en dicha asociación ilícita en carácter de jefa, rol que también cumpliera Néstor Kirchner –respecto de quien se declaró extinguida la acción penal por muerte y consecuentemente se dictó su sobreseimiento-”.
¿Por qué encabezaban la organización criminal? Consta en el requerimiento de elevación a juicio, que detentaron el cargo de Presidente de la República Argentina que ejercieron entre el 10 de diciembre de 2007 hasta el 9 de diciembre de 2015, Cristina Kirchner entre 25 de mayo de 2003 y el 9 de diciembre de 2007”, el ex mandatario.
Durante esos doce años se desarrolló la asociación ilícita que contó con organizadores: Julio De Vido, Ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios; Roberto Baratta, Subsecretario de Coordinación y Control de Gestión del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios; Carlos Guillermo Enrique Wagner, Presidente de la Cámara de Construcción y Presidente del directorio de la firma ESUCO S.A.; y Ernesto Clarens.
Cada uno ellos, desde los roles que ocupaban, “actuaron en su establecimiento y ordenamiento, y se encargaron de organizar el funcionamiento del sistema recaudatorio”.
Aquellos como José López, incluso el propio Oscar Centeno autor de los cuadernos que dieron origen a la causa penal, que actuaron en carácter de miembros de dicha asociación ilícita “desplegaron las acciones tendientes a concretar la recaudación de fondos y/o reconducción de los mismos hacia los estamentos superiores de la organización”.