El Ministerio Público Fiscal (MPF) notificó oficialmente que el cuerpo será trasladado luego de finalizar las actuaciones de Policía Criminalística. Allí, se espera que el Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial intervenga para realizar la autopsia.
El hallazgo se dio en medio de las tareas de búsqueda que se llevan a cabo desde fines de septiembre por la desaparición de Azul Semeñenko.
La denuncia por su desaparición se dio el 25 de septiembre, desde entonces se activó un protocolo de búsqueda que incluyó la difusión masiva de la alerta.
Según registros de la denuncia y publicaciones de búsqueda, la última vez que se vio a Semeñenko vestía una remera blanca y un pantalón chupín blanco, y se desplazaba en una bicicleta rodado 29 de color flúor.
La empleada estatal fue vista por sus compañeras por última vez el miércoles 24, entre las 15 y las 15.30, cuando terminó su jornada laboral. El jueves, además de ser su cumpleaños, tenía un turno médico, al cual asistió y ese fue su último movimiento.
El misterio empezó el viernes 26, cuando también tenía otra consulta con el doctor y no fue, pero tampoco se presentó en el trabajo. “La llamábamos y no atendía. Es un comportamiento raro. Ella no falta y es muy responsable, contó Juliana Calvo, compañera de Semeñenko.
En medio de la incertidumbre, realizaron una denuncia en la comisaría 16 del barrio San Lorenzo. Los policías fueron hasta su casa —a la que se había mudado hace tan solo dos meses— y encontraron un escenario preocupante: la puerta estaba cerrada con llave, las hornallas de la cocina estaban encendidas —por el calor se presume que llevaban varios días así—, había desorden y sus gatos habían quedado solos.
Los animales quedaron al cuidado de una vecina, según contó su compañera de trabajo. En este sentido, aseguró que tampoco se detectaron movimientos bancarios en las cuentas de Semeñenko ni hay registros en cámaras de seguridad, ya que en la zona no hay dispositivos instalados.