El Presidente dijo que va a corregir los errores, llamó a una mesa de diálogo, confirmó a su gabinete y ratificó el rumbo económico. Más allá de los gestos políticos, el mercado es cauteloso: luego del lunes negro, las acciones y los bonos mostraron una leve recuperación.
Por Horacio Riggi
Para Clarín
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La holgada derrota electoral de La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires profundizó la pelea interna en el Gobierno y también con exaliados que ahora le reprochan a Javier Milei las decisiones políticas que tomó o que ahora no toma. Con el resultado puesto, el Presidente fue contundente: dijo que va a corregir los errores, llamó a una mesa de diálogo, confirmó a su gabinete y ratificó el rumbo económico.
Este último punto fue apoyado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La directora de Comunicaciones del organismo, Julie Kozack, publicó en X: "El personal de MF está estrechamente comprometido con las autoridades argentinas en la implementación de su programa para afianzar la estabilidad y mejorar las perspectivas de crecimiento del país".
"Apoyamos su compromiso de garantizar la sostenibilidad del marco cambiario y monetario del programa, así como su adhesión continua al ancla fiscal y la agenda integral de desregulación", agregó.
Luego del lunes negro en los mercados, dónde las acciones de las empresas argentinas en Wall Street se desplomaron 20%, donde se depreciaron el Merval, los bonos y se disparara el riesgo país, recibir el apoyo del FMI no es un dato menor. Es un respaldo que el mercado esperaba. ¿Alcanza? No está claro, pero sí es importante.
Ayer, si bien las acciones subieron, los analistas advierten que el final de la película está por verse. Los activos argentinos que cayeron por el ascensor ahora están subiendo por la escalera, grafican. Se refieren a la brusca baja del lunes y a la cautelosa recuperación que tuvieron el martes.
El Gobierno sabe que el golpe electoral es un llamado de atención. Y también sabe que los mercados no regalan nada, en definitiva, se trata de dinero.
La historia argentina tiene varios ejemplos de cómo reaccionan los mercados, pero como muestra sobra un botón. Corría marzo de 1989, faltaba algo más de un mes para las elecciones presidenciales y el gobierno de Raúl Alfonsín peleaba contra una inflación sin control. Para dar un golpe de efecto, el Ejecutivo cambió al ministro de Economía. Salió Juan Vital Sourrouille, el creador del Plan Primavera y asumió el político Juan Carlos Pugliese.
El nuevo ministro aplicó un par de medidas que no fueron bien recibidas por el mercado. El dólar se triplicó en dos meses y la inflación siguió subiendo. “Les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo”, fue la célebre frase de Pugliese para resumir cómo actúa el mercado cuando la plata está en juego.
La Argentina actual se parece muy poco a la de 1989. Sin embargo, los mercados esperan siempre señales. Que el dólar no pegara un salto y que el FMI apoyara el plan del Gobierno, son las dos mejores noticias económicas que recibió Milei en una semana que comenzó turbulenta.