El cuerpo del primer santo milenial permanece expuesto en Asís, mientras que su corazón fue depositado en un relicario. La distribución de reliquias genera fervor, polémicas y hasta investigaciones judiciales.
La canonización de Carlo Acutis, conocido como el primer santo millennial de la Iglesia Católica, marcó un hecho histórico que congregó a miles de fieles en la Basílica de San Pedro. La ceremonia fue presidida por el Papa Leo XIV el pasado 7 de septiembre de 2025, convirtiéndose en su primera proclamación de santidad.
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Acutis, nacido en Londres y fallecido en 2006 a los 15 años víctima de leucemia, fue reconocido por su testimonio de fe en tiempos digitales. Apodado como el “Influencer de Dios”, creó un sitio web que recopila milagros eucarísticos en más de 20 idiomas, una obra que la Iglesia valoró como clave para la evangelización de los jóvenes.
El destino del cuerpo y del corazón de Carlo Acutis
El cuerpo del nuevo santo permanece expuesto en una tumba de cristal en el Santuario de la Expoliación de Asís, con una máscara de silicona y una capa de cera que cubren su rostro y sus manos para preservar la imagen.
En uno de los gestos más significativos del proceso, su corazón fue extraído y colocado en un relicario dorado en la Catedral de San Rufino, siguiendo una antigua tradición católica de conservar partes del cuerpo de los santos como reliquias. Este símbolo, asociado al centro espiritual del joven, se ha convertido en objeto de veneración para miles de peregrinos que llegan a la ciudad italiana.
Además del corazón, se han conservado fragmentos como mechones de cabello y partes de órganos, considerados reliquias de primera clase.
La distribución y el mercado de las reliquias
Iglesias, escuelas católicas y santuarios de distintos países ya recibieron fragmentos, prendas y objetos personales de Carlo Acutis. Entre los destinatarios se encuentran instituciones en Estados Unidos, Reino Unido y Brasil, que exponen las reliquias para la veneración pública.
Sin embargo, el fervor también dio paso a la polémica. Plataformas como Etsy y HolyArt.com registraron un aumento en la oferta de objetos supuestamente vinculados al santo, con precios que van desde USD 90 hasta USD 2.000 en el caso de mechones de cabello. Incluso estatuas talladas en madera alcanzaron valores de hasta USD 4.000 tras su canonización.
Esta situación derivó en una investigación de la justicia italiana por un presunto mercado ilegal de reliquias. El obispo Domenico Sorrentino, encargado de la denuncia, advirtió sobre el riesgo de fraude: “No sabemos si las reliquias son reales o falsas, pero la manipulación de estos objetos podría dañar la fe de los creyentes”, alertó.
Un legado que trasciende fronteras
La madre de Carlo, Antonia Salzano, recordó en entrevistas que su hijo fue un joven común con una fe extraordinaria: “Carlo era un chico normal, jugaba, tenía amigos y asistía a la escuela. Lo que lo hizo diferente fue poner a Jesús en el centro de su vida”, expresó.
La historia de Acutis lo conecta con santos como Thérèse de Lisieux y Luis Gonzaga, que también dejaron huella pese a su corta vida. Hoy, su legado se proyecta como un modelo de espiritualidad juvenil en la era digital.
Con el debate en torno a sus reliquias, la Iglesia Católica enfrenta el desafío de preservar la autenticidad y el respeto hacia los restos del primer santo millennial, cuya figura ya inspira a millones de jóvenes en todo el mundo.