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En un duelo retrasado por tormentas, el Chelsea de Fernández goleó al Benfica y avanzó a cuartos del Mundial

Por los octavos de final y en Carolina del Norte, los Blues vencieron 4-1 a las Águilas con goles de Reece James, Nkunku, Neto y Dewsbury-Hall. El Fideo igualó de penal. El encuentro estuvo casi dos horas suspendido por tormentas eléctricas.

Hoy 22:39

El Mundial de Clubes 2025 dejó una de esas noches imposibles de olvidar. En un verdadero partido eterno de 4 horas y 37 minutos, Chelsea derrotó 4-1 a Benfica en el alargue y se metió en los cuartos de final, en un duelo cargado de goles, emociones, una tormenta eléctrica que frenó el juego por 90 minutos, y el último grito de Ángel Di María con la camiseta portuguesa.

Todo empezó con dominio inglés. El equipo de Enzo Fernández fue más desde el inicio, pero se topó con un Benfica sólido en defensa, sostenido por Otamendi, Trubin y Antonio Silva. El cero se rompió recién a los 64 minutos, con una joya de Reece James de tiro libre, que se coló en el primer palo mientras Di María intentaba cubrir la barrera.

Cuando el Chelsea se encaminaba al triunfo, el clima cambió todo. Faltaban seis minutos y el partido fue suspendido por actividad eléctrica. Hubo más de una hora y media de parate, frustración y tensión. Cucurella se quejó, el público aguantó como pudo, y los protagonistas debieron volver a escena para un cierre en frío.

Benfica lo aprovechó. Empujó con el alma y encontró su chance: cabezazo de Otamendi, mano de Malo Gusto y penal sancionado vía VAR. Di María, con frialdad y jerarquía, lo cambió por gol. Gritó con el alma, mientras su esposa Jorgelina se emocionaba desde la tribuna. 1-1 y al alargue.

Pero ahí se quedó sin resto. Encima, a los pocos minutos fue expulsado Gianluca Prestianni por doble amarilla. Ya con 10, Benfica luchó hasta que el físico y la suerte se rompieron. Chelsea marcó tres veces más con Nkunku a los 108, Neto a los 114 y Dewsbury-Hall a los 117 minutos y el resultado final fue un exagerado 4-1. Otamendi no pudo cerrar en el último gol. Fue derrota, pero con la frente en alto.