Se trata del Dr. Julian Canllo, quien examinó el cuerpo de la joven el día que fue hallada sin vida en su departamento.
En el marco de la investigación por la muerte de Luciana Torres, iniciada el 30 de diciembre de 2024, la Fiscalía adoptó ayer nuevas medidas y imputó al médico forense Julián Canllo por el presunto delito de falso testimonio. La causa, conducida por la fiscal Dra. Celia Mussi, se mantiene bajo estricto hermetismo, aunque trascendió la identidad del profesional acusado.
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El Dr. Canllo fue el primer perito forense en examinar el cuerpo de la ex modelo, hallada sin vida en el baño de su departamento ubicado en calle Mitre. Según fuentes judiciales, en su informe habría concluido que la víctima presentaba lesiones compatibles con un estrangulamiento mixto, descartando la hipótesis de un ahorcamiento. El estudio mencionaba marcas en el cuello y huellas ungueales que reforzaban esa línea.
Además, durante la jornada de ayer, circuló la versión de una segunda imputación, que involucraría a Joaquín Cesca, exnovio de la víctima. Sin embargo, su abogado defensor, Dr. Guillermo Ruiz Alvelda, negó haber recibido una notificación oficial y adelantó que este miércoles se presentaría en el Ministerio Público Fiscal para interiorizarse sobre la situación legal de su cliente.
Las versiones indicaban que Cesca habría sido notificado en la tarde del martes y citado a comparecer ante la fiscalía el jueves a las 14 horas. Pese a ello, su defensor insistió en que, hasta el momento, no hubo comunicación formal de la fiscalía respecto a una eventual imputación.