Tras dos días de reuniones, funcionarios estadounidenses calificaron de “productivas” las negociaciones con China y destacaron el clima de cooperación.
Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China podrían estar entrando en una etapa de distensión. Este domingo, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, informó sobre un “progreso sustancial” tras las primeras negociaciones formales entre ambas potencias desde el inicio de la guerra comercial impulsada por el expresidente Donald Trump.
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Durante una breve comparecencia en Ginebra, Bessent y el representante de Comercio, Jamieson Greer, elogiaron la “diligencia” de la delegación china y señalaron que los encuentros se desarrollaron en un clima de “cooperación, intereses compartidos y respeto mutuo”.
“Puedo decirles que las conversaciones fueron productivas”, aseguró Bessent, y anunció que este lunes se brindarán detalles concretos sobre los acuerdos alcanzados.
Por su parte, Greer destacó la rapidez con la que se avanzó en los puntos centrales. “Es importante entender lo rápido que hemos sido capaces de llegar a acuerdos, lo que refleja que las diferencias quizás no eran tan grandes como pensábamos”, afirmó.
El foco de estas negociaciones sigue siendo la reducción del déficit comercial “masivo” que Estados Unidos mantiene con China. Ambos funcionarios coincidieron en que los acuerdos alcanzados contribuirán a equilibrar la balanza comercial y a suavizar el conflicto arancelario.
Cabe recordar que desde abril, ambas naciones están inmersas en una guerra comercial con aranceles cruzados que alcanzan el 145% para productos chinos y el 125% para los estadounidenses, medidas que en la práctica funcionan como un embargo económico recíproco.
Los avances en Ginebra abren una puerta a la desescalada en una de las disputas económicas más intensas de los últimos años, con impacto global.