Fuentes occidentales aseguran que Teherán está por entregar lanzadores Fath-360, lo que reforzaría el arsenal ruso contra Ucrania.
Irán se prepara para entregar próximamente lanzadores de misiles balísticos de corto alcance a Rusia, según revelaron dos responsables de seguridad occidentales y un funcionario regional. Estas plataformas servirían para los misiles que, de acuerdo a Estados Unidos, Teherán ya envió a Moscú el año pasado para ser utilizados en su ofensiva contra Ucrania.
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Aunque Irán niega tales planes y califica la acusación como “totalmente absurda”, las fuentes indicaron que la entrega de los lanzadores Fath-360 sería inminente. Estos sistemas tienen un alcance de 120 kilómetros y ofrecerían a las fuerzas rusas una nueva herramienta para atacar a tropas ucranianas en primera línea, objetivos militares cercanos y zonas pobladas próximas a la frontera con Rusia, según análisis especializados.
Estados Unidos había afirmado en septiembre que Irán envió misiles a través de nueve buques con bandera rusa, a los que posteriormente sancionó, pero en ese momento los lanzadores no fueron incluidos, según confirmaron tres fuentes a Reuters. Ahora, con esta entrega pendiente, se consolidaría aún más el eje militar entre Moscú y Teherán, que ha crecido notoriamente desde el inicio del conflicto.
La misión de Irán ante la ONU rechazó las acusaciones, asegurando que, mientras el conflicto persista, “Irán se abstendrá de prestar cualquier tipo de ayuda militar a cualquiera de las partes”. Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso no respondió a las consultas, al igual que el Departamento de Estado norteamericano. La CIA declinó comentar.
No obstante, funcionarios estadounidenses, ucranianos y europeos sostienen que Irán ya ha proporcionado a Rusia miles de drones y proyectiles de artillería, contribuyendo de manera indirecta al esfuerzo bélico ruso. En abril, el general estadounidense Christopher Cavoli, jefe del Comando Central de Estados Unidos, afirmó ante el Congreso que Irán ya entregó más de 400 misiles balísticos de corto alcance a Rusia, aunque no hay evidencia pública del uso del modelo Fath-360 ni de otros misiles similares por parte del ejército ruso hasta el momento.
Este nuevo movimiento militar se da en un clima geopolítico cada vez más tenso, con Teherán lanzando amenazas contra Israel y Estados Unidos, advirtiendo que “se abrirán las puertas del infierno” si se lanza una nueva ofensiva contra su territorio o sus aliados. En este contexto, la posible entrega de lanzadores refuerza la percepción de un bloque Rusia-Irán cada vez más activo y desafiante frente a Occidente, en un conflicto que continúa ampliando sus dimensiones más allá del campo de batalla ucraniano.