El gendarme argentino permanece privado de su libertad desde hace meses. La Casa Rosada apuesta a la presión internacional, con informes de la CIA, el Mossad y la AISE, y mantiene como prioridad su liberación antes de fin de año.
El Gobierno nacional intensificó las gestiones diplomáticas para lograr la liberación de Nahuel Gallo, un gendarme argentino detenido en Venezuela, y trabaja con la meta de que regrese al país antes de fin de año. Según confirmaron fuentes oficiales, el Ejecutivo tiene identificado el centro de detención, y estima con alta probabilidad que se encuentra en “El Helicoide”, la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) en Caracas.
HACÉ CLICK AQUÍ PARA UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP DE DIARIO PANORAMA Y ESTAR SIEMPRE INFORMADO
Desde la Casa Rosada indicaron que la información disponible no es de origen propio, ya que la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) no cuenta con agentes en territorio venezolano. Por eso, Argentina depende de reportes de aliados como la CIA (Estados Unidos), el Mossad (Israel) y la AISE (Italia) para seguir la pista del uniformado.
“La información que tenemos no es propia. Dependemos del trabajo de los aliados”, señalaron fuentes de Presidencia. De acuerdo a los informes recibidos, el estado de salud de Gallo es “bueno” y su ubicación fue plenamente identificada.
La situación tomó mayor relevancia tras la liberación de los cinco ciudadanos venezolanos asilados en la embajada argentina en Caracas: Pedro Urruchurtu, Magallí Meda, Claudia Macero, Humberto Villalobos y Ómar González. En el oficialismo aseguran que este resultado se logró gracias a la alianza con la administración de Donald Trump, aunque admiten que no hubo contacto directo con el régimen de Nicolás Maduro.
“No tenemos ninguna vía de diálogo con Maduro. No hubo contacto”, afirmaron voceros gubernamentales. No obstante, algunos sectores del oficialismo no descartan que haya existido alguna negociación a través de terceros países, y aseguran que desconocen el trasfondo completo del operativo.
“El caso de Nahuel Gallo es prioridad y se trabaja con absoluta confidencialidad debido a los riesgos de un secuestro”, explicó el secretario de Comunicación y Medios. También reveló que las gestiones por los asilados comenzaron con la actual gestión de Trump, en una estrategia coordinada con aliados.
En la Casa Rosada hay una decisión firme: liberar a Nahuel Gallo por vías diplomáticas y con el respaldo de las potencias internacionales. “Argentina no tiene capacidad operativa para una acción directa”, reconocen.