La increíble historia de la camiseta de Messi en Newell’s que será subastada en París

El fútbol tiene historias únicas, y una de ellas es la de una camiseta de Lionel Messi usada en 1999 con Newell’s Old Boys, que ahora será subastada en París. La prenda, que formó parte del Torneo “Pibes 1999” en Santa Fe, tiene un valor estimado entre 80.000 y 100.000 euros, según la casa Bonhams. Su dueño, Mario “Chupete” Pereyra, recordó en diálogo con TN el día en que enfrentó a la Pulga y el motivo por el cual decidió desprenderse de esta reliquia.

Pereyra, nacido en San Vicente, Córdoba, jugaba en Atlético General Paz Juniors cuando su equipo fue invitado a un amistoso en Rosario contra Newell’s. Allí, se encontró con un joven Messi que ya demostraba su talento. “Nos dijeron que era el mejor equipo de Argentina. Perdimos 4-0, con cuatro goles de Messi”, relató. Luego del partido, intercambiaron camisetas, sin imaginar que aquella prenda algún día se convertiría en un objeto de culto.

Un tesoro que estuvo a punto de ser descartado

Con los años, la camiseta estuvo guardada en la casa de su madre, Claudia, quien incluso pensó en tirarla. “¿Sabés las veces que pensé en tirarla?”, le dijo un día. Sin embargo, Mario siempre vio ese recuerdo como un símbolo de su historia con el fútbol y con Messi. “Es un manto sagrado, muchas veces pensé en regalársela a mi hijo, como me hubiera gustado que mi viejo me diera una de Maradona”, expresó.

En su juventud, Mario usó la camiseta en partidos informales con amigos en su pueblo. Pero con el tiempo, comenzó a valorar su significado y entendió que era una pieza única. “Por algo Dios me puso este manto sagrado en mis manos”, afirmó.

El sueño de conocer a Messi y su relación con el fútbol

Más allá del valor económico de la camiseta, Pereyra tiene un anhelo personal: conocer a Messi en persona. “Mi mayor felicidad sería charlar con él, felicitarlo. Para mí, Messi significa mucho”, aseguró. Su fanatismo por el astro argentino es tan grande que fue hincha del Barcelona mientras Messi jugó allí, luego del PSG y ahora del Inter Miami. “Cuando Messi deje la Selección, no la miro más”, confesó.

Sin embargo, su camino en el fútbol no fue fácil. Tras alejarse de las canchas, atravesó momentos difíciles. “A veces pienso, ¿por qué él sí y yo no?”, admitió. Incluso llegó a evitar ver partidos porque le generaban tristeza. “Me hacía tan mal que dejé de mirarlo”, contó. Con el tiempo, logró superar esos sentimientos y hoy encuentra satisfacción en su hijo, en quien proyecta su amor por el fútbol.

La subasta de la camiseta no solo representa una oportunidad para los coleccionistas de hacerse con una reliquia histórica, sino también el cierre de un capítulo en la vida de Mario Pereyra, quien guarda en su memoria el día en que compartió cancha con el mejor jugador de la historia.