En esa oportunidad murieron dos tucumanos e iba como acompañante de su padre, el menor que hoy tiene 16 años.
El reciente accidente ocurrido en Frías, donde un adolescente de 16 años atropelló y causó la muerte de una joven motociclista, sacó a la luz un antecedente trágico en la familia del menor. Hace siete años, en 2018, su padre, Pablo Sames, estuvo involucrado en un siniestro vial en la Ruta Nacional 157 que resultó en la muerte de dos personas oriundas de Tucumán.
El accidente de 2018 se registró entre las localidades de Tapso y Lavalle, cuando una camioneta Toyota Hilux, conducida por Sames, colisionó con un Chevrolet Corsa en el que viajaban María Francisca Gutiérrez (41) y Rubén Carlos Robledo (49), ambos residentes de Concepción, Tucumán. Lamentablemente, ambos fallecieron en el acto. En la camioneta también viajaban los dos hijos de Sames, que en ese entonces tenían 9 y 10 años, respectivamente.
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El pasado 9 de marzo, el hijo de Sames, ahora de 16 años, conducía una Toyota Hilux a alta velocidad en la ciudad de Frías. En la intersección de las calles Sarmiento y La Rioja, colisionó con una motocicleta en la que viajaban Diego Sebastián Díaz (22) y como acompañante Martina Lindón (22). Producto del impacto, Lindón sufrió heridas graves que le causaron la muerte durante su traslado al hospital.
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Tras el accidente, el adolescente se dio a la fuga, abandonando el vehículo en el lugar. Horas más tarde, se presentó en la comisaría local acompañado por su padre, Pablo Sames, aduciendo que se asustó y buscó refugio en su domicilio. La fiscal de turno ordenó su detención y la realización de las pericias correspondientes.