Se trata de Iván Haidar Kueider, socio junto con su padre en una firma ahora en la mira de la Justicia cuyos domicilios fueron allanados el pasado jueves por orden de la jueza federal Sandra Arroyo Salgado.
En las tres causas que la Justicia tiene abiertas contra el exsenador Edgardo Kueider están en la mira una serie de personas que podrían configurarse como sus posibles testaferros. El grupo está conformado por Iara Gilsen Costa, su exsecretaria privada; Rodolfo Daniel González, un empleado de la Biblioteca del Congreso que es además socio de Kueider en la empresa Betail y Ernesto Javier Rubel, amigo y exsocio en esta última firma.
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La Justicia ahora posa su mirada sobre otra persona, de la que hasta ahora no hay demasiada información: el hijo del exlegislador. Se trata de Iván Haidar Kueider, socio junto con su padre en una firma ahora en la mira de la Justicia cuyos domicilios fueron allanados el pasado jueves por orden de la jueza federal Sandra Arroyo Salgado.
La magistrada lleva adelante una causa que se desprendió del expediente Securitas, que investiga el pago de coimas por parte de esta firma a organismos provinciales y nacionales para quedarse con contratos de seguridad. Una de las compañías a las que se le habría pagado dádivas es Enersa, la empresa de seguridad estatal de Entre Rios, de la que Kueider era directivo.
La empresa en cuestión es Edekom S.A., que se dedica al servicio de consultoría en tecnología de la información como actividad primaria y a la publicidad y procesamiento de datos como actividades secundarias. La compañía fue fundada en diciembre de 2022, según registros a los que accedió TN y posee dos domicilios, uno en avenida Belgrano al 1200 y otro en Cerrito 1320. A ambos llegó la Gendamería en busca de documentos y elementos electrónicos de utilidad para el caso pero se confirmó lo que se preveía: la compañía en cuestión no funciona allí.
Haidar Ivan Kueider, de 31 años, es monotributista categoría F, y se dedica a los servicios de publicidad y al hospedaje de datos. La Justicia busca determinar si el joven también se pudo haber utilizado para ocultar el patrimonio de su padre.
En esta historia también cobra protagonismo un contador llamada José Carlos Nogueras. La Justicia también allanó un domicilio en Ercilla al 6200 que estaría vinculado a este hombre. La investigación lo sindica como el contador que aprobó los balances de Betail cuando se presume que en rigor en una empresa sin actividad ni giro comercial. En ese domicilio las autoridades esperaban hallar documentos clave sobre las empresas en la mira.
El último viernes, y tras la expulsión de Kueider del Senado, la jueza Arroyo Salgado pidió formalmente que se allane la oficina del exlegislador. El procedimiento, al cierre de esta nota, no se había llevado a cabo porque necesitaba de la autorización del titular de la Cámara provisoriamente a cargo de Bartolomé Abdala.