Un informe de la Comisión Pastoral Arquidiocesana de Córdoba reveló que en el último año se registraron 13 casos, cinco de ellos por delitos sexuales y el resto por distintas situaciones de vulneración de derechos.
La Arquidiócesis de Córdoba dio a conocer el primer informe anual de la Comisión Pastoral para el Cuidado de las Víctimas y la Prevención de Abusos a Niños, Niñas, Adolescentes y Adultos Vulnerables, creada para prevenir y acompañar situaciones de vulneración de derechos en espacios vinculados a la Iglesia.
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Según el reporte, en este primer período de funcionamiento, la Oficina de Recepción de Informes registró 13 denuncias por diferentes tipos de abusos ocurridos en parroquias, capillas, colegios, movimientos religiosos y casas de retiros de la provincia.
De ese total, cinco fueron por presuntos abusos sexuales. De acuerdo a la información que se desprende del documento, tres de estos posibles casos fueron reportes de resoluciones y procedimientos que se realizaron en las instituciones afectadas.
Le siguen seis denuncias por abuso de autoridad —dos en un colegio, tres en parroquias y capillas, y una en un movimiento—, además de dos casos de abuso de conciencia ocurridos en una parroquia y en una casa de retiro.
De acuerdo con el texto publicado, “cada caso fue derivado al Arzobispo o a los superiores competentes, conforme a las Normas de Actuación Pastoral y de Prevención (NAPyP)”. Sin embargo, no se brindaron mayores detalles al respecto.
“Las situaciones dolorosas de abusos de poder, conciencia, espiritual y sexual perpetrados a niños, niñas, adolescentes y adultos vulnerables llevados a cabo dentro del seno de la Iglesia nos interpelan y nos hacen reflexionar en la búsqueda adecuada de mecanismos y estructuras acordes para sanar estas heridas lacerantes”, indica la introducción del informe.
Y agrega: “Nuestro Arzobispo nos ha encomendado la tarea de llevar adelante la misión de cuidar y acompañar la vida de aquellos que se han sentido vulnerables frente a esta realidad. Como así también, la tarea de animar y concientizar en la creación de ambientes sanos y cuidados”.
El organismo, creado por el arzobispo Ángel Rossi, tiene como objetivo acompañar a aquellos que sufrieron “situaciones de vulnerabilidad” y promover ambientes seguros, así como prevenir abusos en los espacios eclesiásticos.
Según detallaron, hasta el momento las principales acciones incluyen instancias de formación en prevención de abusos, acompañamiento y escucha atenta, en colaboración con diversas universidades e instituciones eclesiales. También la recepción y derivación de casos de vulneración de derechos, y la capacitación de más de 400 agentes pastorales en torno al Protocolo Arquidiocesano y la cultura del cuidado.