La cantante rompió el silencio tras las acusaciones de su exmarido en su nuevo libro de memorias, asegurando que ya tuvo suficiente y defendiendo su vínculo con sus hijos.
Britney Spears volvió al centro de la polémica tras responder públicamente a las declaraciones de su exesposo Kevin Federline, quien realizó fuertes afirmaciones sobre su rol como madre en su autobiografía You Thought You Knew (“Creías que me conocías”).
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El libro, que será lanzado el 21 de octubre, generó controversia luego de que The New York Times publicara un fragmento en el que Federline relata que sus hijos se despertaron una noche y vieron a Spears mirándolos dormir “con un cuchillo en la mano”. En otro pasaje, el exbailarín asegura: “El reloj avanza y nos acercamos a la hora undécima. Algo malo va a pasar si las cosas no cambian, y mi mayor temor es que nuestros hijos se queden recogiendo los pedazos”.
Frente a esto, Spears decidió dar su versión de los hechos a través de una publicación en Instagram, donde expresó: “El constante gaslighting de mi exesposo es extremadamente hiriente y agotador. Siempre he suplicado y gritado por tener una vida con mis hijos. Las relaciones con adolescentes son complejas. Me he sentido desmoralizada por esta situación y siempre he pedido, casi rogando, que sean parte de mi vida. Lamentablemente, ellos siempre han sido testigos de la falta de respeto que su propio padre ha mostrado hacia mí. Necesitan asumir responsabilidad por sí mismos. Uno de mis hijos solo me ha visto 45 minutos en los últimos cinco años, y el otro apenas cuatro veces en ese mismo tiempo. Yo también tengo orgullo. De ahora en adelante, les haré saber cuándo estoy disponible.”
La artista también cuestionó directamente las declaraciones de Federline y el contenido de su libro, señalando: “Créeme, esas mentiras piadosas en ese libro van directo al banco, y soy la única que realmente sale lastimada. Siempre los amaré, y si realmente me conoces, no prestarás atención a los tabloides que hablan de mi salud mental o de que bebo. En realidad soy una mujer bastante inteligente que ha intentado llevar una vida sagrada y privada los últimos cinco años. Hablo de esto porque ya tuve suficiente, y cualquier mujer de verdad haría lo mismo.”
Spears y Federline se casaron en 2004, y la cantante solicitó el divorcio en 2006. La expareja tiene dos hijos, de 19 y 20 años, quienes han mantenido una relación distante con su madre en los últimos años.
Con esta nueva controversia, la intérprete de Toxic vuelve a ocupar los titulares, reafirmando su postura frente a lo que considera una campaña de manipulación y desgaste emocional por parte de su exmarido.