A pocos días de su regreso a la televisión como conductora de MasterChef Celebrity, Wanda Nara abrió su corazón en una íntima entrevista con Dante Gebel.
El presente de Wanda Nara parece estar marcado por una combinación de éxitos profesionales y desafíos personales. A solo días de regresar a la pantalla como conductora de MasterChef Celebrity (Telefe), la empresaria disfruta de un gran momento en lo laboral. Sin embargo, detrás de los flashes y los rumores, Wanda enfrenta dificultades personales, especialmente en medio de la conflictiva separación de Mauro Icardi.
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En una entrevista sincera con Dante Gebel en La divina noche de Dante (El Trece), la empresaria compartió detalles delicados de su duelo sentimental, mostrándose sin máscaras. “Me costó mucho salir de mi relación, me resultó difícil salir de esa relación. Fueron tres años muy duros en los que intenté resguardar a mis hijos”, expresó Wanda, al hablar sobre la separación definitiva con Icardi, que puso fin a una relación de casi una década.
La conductora destacó el peso de la culpa y el deber como madre durante el final de esa etapa. Entre lágrimas, admitió: "Sentía culpa por haber encontrado ese destino y de haberles quitado a mis hijos la posibilidad de vivir en familia de manera tradicional". Con la vulnerabilidad de quien se encuentra en proceso de sanación, Wanda expresó la presión que vivió al estar lejos de su país, en Turquía, un lugar lejano y con una cultura diferente, mientras intentaba proteger a sus hijos de la difícil situación.
Además, la entrevista también abordó un tema sensible: la salud de Wanda. La empresaria recordó cómo fue el proceso de diagnóstico de su enfermedad. “No terminaba de entender lo que me pasaba. Nadie me lo confirmaba. Hasta que no te hacen la punción de médula, que tarda, y después tienen que llegar los estudios, no sabías nada”, relató visiblemente afectada. Wanda confesó que la incertidumbre fue uno de los momentos más difíciles, sobre todo al no poder darle una respuesta clara a sus hijos, quienes se encerraron en el baño al enterarse de la situación.
Con la voz quebrada, Wanda también reflexionó sobre las prioridades que impone atravesar momentos tan extremos: "Nunca me solía importar mucho lo que decían de mí... Y ahora le doy mucha más importancia a los momentos importantes", dijo. Su enfermedad y las dificultades personales la acercaron más a su familia, especialmente a su padre, a quien antes veía de forma distante.
Hoy, a pocos días de retomar su rol como conductora de televisión, Wanda Nara se muestra exitosa y vulnerable, enfrentando los desafíos de la vida con fortaleza y una sinceridad brutal. La empresaria deja claro que, detrás de cada escándalo mediático, hay una persona real, con luchas y aprendizajes que la han transformado.