Karina Engelbert y sus hijas estuvieron cautivas en Gaza durante más de 50 días. Ahora, esperan que el cuerpo de Ronen, su esposo y padre, sea finalmente repatriado.
El 7 de octubre de 2023, la familia Engelbert vivió un ataque brutal en el kibutz Nir Oz, cerca de la Franja de Gaza, cuando miembros de Hamas irrumpieron en su hogar. En ese momento, Karina y sus hijas se preparaban para celebrar Simjat Torá, pero las sirenas y misiles de la ofensiva violenta cambiaron todo. “No se acababa una sirena, que ya empezaba la otra y otra y otra. Así que fue darnos cuenta de que algo muy, muy feo estaba pasando”, relató Karina.
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Mientras Karina y sus hijas se refugiaban, Ronen, paramédico voluntario, se quedó en el lugar para asistir a los heridos. Poco después de las 9 de la mañana, Ronen fue secuestrado tras un intercambio de disparos con los atacantes, y su familia fue separada. Ronen fue asesinado ese mismo día, y su cuerpo sigue siendo retenido en Gaza.
Karina fue secuestrada poco después de su esposo, y sus hijas fueron capturadas más tarde. Karina sufrió violencia física y amenazas de muerte durante el secuestro, siendo arrastrada a Gaza. Durante los 23 días siguientes, Karina estuvo aislada en una pequeña habitación, recibiendo apenas lo necesario para sobrevivir. “Dormíamos en el piso con colchones muy finitos. No teníamos permiso para salir, solo para ir al baño”, recordó Karina.
Mientras tanto, las hijas de Karina, Mika y Yuval, fueron trasladadas a un hospital de Khan Yunis tras sufrir un grave accidente. Mika sufrió una fractura y Yuval perdió parte de su pie y un dedo. Gracias a la insistencia de Mika, Yuval recibió atención médica, lo que permitió salvar su vida.
Tras 52 días de cautiverio, Karina y sus hijas fueron liberadas el 27 de noviembre de 2023. Sin embargo, la confirmación de la muerte de Ronen y la continua retención de su cuerpo en Gaza siguen siendo una gran herida para la familia. Karina continúa exigiendo un entierro digno para su esposo.
A pesar de la tragedia, Karina y sus hijas se esfuerzan por honrar la memoria de Ronen, quien siempre veía lo positivo de la vida. “Él tenía un tatuaje en el brazo que decía: ‘Always look the bright side of life’ (Mira siempre el lado positivo de la vida). Ese era su motor, siempre intentaba ver la parte brillante de la vida. Y eso es lo que nosotros queremos seguir”, concluyó Karina, con la esperanza de que, algún día, puedan hallar la paz.