La Gloria, estiró su invicto a seis partidos, se impuso por 2 a 0 ante el Decano e ingresó entre los ocho primeros.
Estaba todo dado para que, en una tarde soleada y con su gente como testigo, Instituto volviera a hacer honor a su apodo. Y lo hizo. El equipo cordobés dejó atrás una etapa de sequía —una sola victoria en los últimos diez partidos— y, con una sólida actuación, superó 2-0 a Atlético Tucumán. El resultado le permitió ingresar en zona de playoffs y tomar aire en la tabla anual, donde ahora le saca diez puntos a San Martín de San Juan, el único descendido hasta el momento.
El encuentro reflejó el presente de dos equipos que buscan clasificar, pero que también miran de reojo el promedio. Fue un partido intenso y trabado, sobre todo en el mediocampo, aunque dentro de ese equilibrio, la Gloria fue más inteligente y supo imponer condiciones. Con su línea adelantada y una presión sostenida, Instituto arrinconó a un Atlético Tucumán que esperó replegado, apostando a la contra.
La primera alegría llegó a los 34 minutos, cuando tras un gran centro de Rodríguez, el colombiano Jhon Córdoba conectó de cabeza un frentazo cruzado que rompió el cero y desató la locura en Alta Córdoba. Ya en el complemento, los cambios de Bajamich y Auzqui le dieron algo de aire a la visita, pero la falta de precisión del “Loco” Díaz impidió que el Decano reaccionara. Instituto manejó los tiempos y lo liquidó de contra, con una gran acción individual de Lodico para sellar el 2-0 final.
Con esta victoria, el equipo de Diego Dabove vuelve a ilusionarse. Recuperó confianza, volvió al triunfo en casa y demostró que aún tiene con qué pelear hasta el final. La Gloria quiere seguir escribiendo su propia historia en el torneo.