Ocurrió tras la derrota 2-1 del Cruzado como local frente a Colegiales y dejó expuesta la falta de seguridad en el operativo.
Una tarde marcada por la violencia se vivió en el estadio Omar Higinio Sperdutti, donde los futbolistas de Deportivo Maipú terminaron enfrentados con un grupo de hinchas tras la derrota por 2-1 ante Colegiales, en la fecha 33 de la Primera Nacional. El episodio incluyó corridas, golpes y una escasa intervención policial.
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El caos comenzó cuando el árbitro Fabricio Llobet dio por finalizado el encuentro. Un grupo de simpatizantes tiró abajo el alambrado e ingresó al campo de juego. La situación se desató porque los hinchas reclamaron las camisetas a los jugadores y, ante la negativa, se generaron agresiones. El arquero Ignacio Pietrobono fue el primero en ser increpado, aunque logró ser protegido por la seguridad privada. El resto del plantel buscó refugio en la mitad de la cancha, en medio de empujones y golpes.
La presencia policial resultó insuficiente: apenas dos efectivos ingresaron al césped para intentar controlar los disturbios. El presidente del club, Hernán Sperdutti, también bajó al campo de juego para intentar calmar a los hinchas y colaborar en la contención. Tras varios minutos de tensión, los simpatizantes regresaron a la tribuna, aunque uno de ellos presentaba heridas en el rostro, y finalmente los jugadores pudieron retirarse al vestuario.
En lo deportivo, la derrota complicó a Deportivo Maipú, que con 45 puntos cayó al octavo puesto y comprometió su ingreso al Reducido por el ascenso. En tanto, Colegiales se llevó un triunfo clave en condición de visitante, alcanzó los 44 puntos y fortaleció sus aspiraciones de meterse en la pelea por un lugar entre los primeros ocho de la Zona A, que ya tiene a Deportivo Madryn como líder asegurado.