En Anfield, los Reds, ganaron por 2 a 1 en el marco de la quinta fecha y se mantienen en lo más alto del certamen inglés con puntaje ideal.
El Liverpool volvió a mostrar su costumbre de jugar al límite, pero otra vez salió bien parado. Este sábado, por la fecha 5 de la Premier League, derrotó 2-1 a Everton en Anfield y se mantiene en lo más alto de la tabla con puntaje perfecto. Alexis Mac Allister jugó poco más de una hora, mientras que Carlos Alcaraz tuvo minutos en el cierre del partido.
El arranque fue todo del equipo de Arne Slot, que dominó a placer el primer tiempo y se fue al descanso con una ventaja clara. Ryan Gravenberch abrió la cuenta con una definición precisa tras pase de Mohamed Salah, y luego asistió a Hugo Ekitiké, que amplió con un disparo cruzado. Con dos goles arriba, parecía que la historia estaba resuelta.
La estadística también jugaba a favor: cada vez que Liverpool había llegado al entretiempo con dos o más goles de ventaja en Anfield por Premier League (121 veces desde 1992), nunca había perdido. Sin embargo, los Reds volvieron a encender las alarmas y le dieron vida a su rival.
En el complemento, Jack Grealish desequilibró por la izquierda, Iliman Ndiaye bajó la pelota en el segundo palo y Idrissa Gana Gueye la clavó arriba con un derechazo potente para el 2-1. El gol del Everton trajo suspenso, pero el local resistió y festejó una nueva victoria que lo consolida en la cima.
Liverpool acumula seis triunfos consecutivos en la temporada (cinco en la Premier y uno en la Champions) y confirma que, aunque sufra más de lo necesario, sigue siendo candidato.