El vehículo, propiedad de una jubilada, estaba en reparación. Tras un encuentro alcohólico, el cuñado dejó la moto y esta fue sustraída. La policía la recuperó anoche.
Una jubilada de 58 años, vecina del barrio 120 Viviendas de Añatuya, dejó su moto Honda XR 150cc en el taller mecánico de su hijo para que le repararan un problema. Sin embargo, la tranquilidad se transformó en preocupación cuando recibió una inesperada llamada.
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El mecánico, en lugar de avisar que la moto estaba lista para ser retirada, informó que tras reparar el rodado, se lo había prestado a su cuñado el pasado sábado a las 21 horas. Según relató, el familiar se reunió con amigos en una casa del barrio Villa Abregú y consumió bebidas alcohólicas en abundancia.
Al querer regresar, el cuñado, en evidente estado de ebriedad, decidió no conducir y dejó la moto en el lugar, asegurándola con las medidas de seguridad correspondientes. Pero cuando volvió a buscarla anteayer por la tarde, se encontró con que el vehículo ya no estaba: había sido robado.
Ante esta situación, la jubilada se dirigió a la Comisaría 41 y realizó la denuncia penal correspondiente. El caso fue remitido al fiscal Ezequiel Bustamante, quien ordenó a la Sección Robos y Hurtos que inicie una investigación para esclarecer el hecho.
Casi a la medianoche del lunes, la policía recibió un aviso sobre la presencia de la moto en un domicilio ubicado en Ruta 92 y Avenida Circunvalación. Al llegar, un hombre que residía en la vivienda huyó al ver a los efectivos. Finalmente, los policías lograron secuestrar el rodado para ser devuelto a su legítima propietaria.