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Opinión y Actualidad

Crítica de "April"

Dea Kulumbegashvili ya había puesto en práctica en la excelente 'Beginning' el dualismo entre el realismo descarnado y las interrupciones alegóricas.

16/09/2025

Por Sergi Sánchez
Para Fotogramas

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He aquí una película hecha de tensiones y antítesis. Todo en 'April' se despliega en base a una dualidad problemática, que nace en la misma paradoja de un país como Georgia, que ha legalizado el aborto, pero condena al ostracismo social a las que lo practican. Así las cosas, veremos a Nina, la protagonista, una experta ginecóloga, asistiendo partos en tiempo real en una clínica y practicando abortos clandestinos en casas rurales, con un pie a favor del sistema y otro en sus márgenes. El modo en que Nina se relaciona con el cuerpo femenino, y con su propio cuerpo, es, en sí mismo, contradictorio: ahora protegiendo el derecho a decidir de sus pacientes, más tarde entregándose al sexo casual, anónimo, casi desesperado, con desconocidos. Esa dualidad se contagia a las formas de la propia película, que combina el realismo descarnado, en plano fijo y tiempo dilatado, que Dea Kulumbegashvili ya había puesto en práctica en la excelente 'Beginning', y las interrupciones alegóricas, protagonizadas por una especie de criatura cubierta de fango reseco.

La fuerza de 'April' nace de esas contradicciones, que son el núcleo de un poderoso retrato femenino que concentra la incomodidad, la violencia, la opresión y, finalmente, la necesidad de tomar las riendas de su destino, y las de su propio cuerpo, que siente la mujer en una sociedad como la georgiana, regida por una tenebrosa doble moral. Kulumbegashvili demuestra un insólito control del ritmo y del encuadre en los momentos más escabrosos de una película que no anda escasa en ellos (por ejemplo, en la escena de un aborto que, en plano fijo, muestra lo justo para que el fuera de campo sea más expresivo que nunca), y maneja la tensión del tiempo real con la maestría de los mejores exponentes del slow cinema, empezando por los cineastas del Nuevo Cine Rumano en las escenas de interior, y acabando por Carlos Reygadas en las de paisaje. Tal vez los intervalos metafóricos resulten innecesarios, por obvios u opacos, pero 'April' confirma a Kulumbegashvili como una de las cineastas europeas más estimulantes de los últimos años.

Para amantes del cine alérgico a hacer concesiones.