'Magazine Dreams', el drama deportivo de Elijah Bynum, es la crónica de una autodestrucción moral paralela a la construcción de un cuerpo ¿perfecto?
Por Fausto Fernández
Para Fotogramas
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Con la radicalidad, más que formal, epidérmica, del cine de perdedores que se hizo un hueco en el Hollywood de los años 70, 'Magazine Dreams' irrumpía hará dos años en el circuito de festivales indie para quedar congelada, como si se tratase de la pose de un culturista en la portada de una revista, o sobre el escenario de una competición, tras las acusaciones de violencia de género contra su protagonista, Jonathan Majors.
Es extraño contemplar ahora el largometraje, crónica de una autodestrucción moral paralela a la construcción de un cuerpo ¿perfecto?, y la labor del actor (una interpretación a la altura de la de Robert De Niro en 'Toro Salvaje'), sin pensar en su vía crucis personal, en la nueva gran estrella de la maquinaria de ficciones caída en desgracia. Y aun así, es imposible no conmoverse ante el retrato visceral del infantil y bipolar Killian Maddox, y también fascinarse e irritarse por una película extrema, la cual somatiza, a base de esteroides dramáticos, 'Músculos de acero' (Bob Rafelson, 1973) con 'Fat City' (John Huston, 1972).
Para interesados en la mutación del cuerpo como metáfora del réquiem social.