La hermana del Presidente se mantiene firme como una de las figuras clave de la gestión y la campaña electoral, a pesar de los cuestionamientos. A través de redes sociales y movimientos políticos, los libertarios defienden su rol.
A medida que la campaña electoral para las elecciones nacionales se intensifica, Karina Milei se ha convertido en una de las figuras más controvertidas y, al mismo tiempo, una de las más defendidas dentro del entorno de Javier Milei. A diferencia del inicio de la batalla por la provincia de Buenos Aires, donde el Gobierno desplegó su aparato de manera más agresiva, ahora se observa un cambio de estrategia, con un enfoque defensivo, particularmente en lo que respecta a la figura de Karina.
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El operativo en redes para defenderla se intensificó, especialmente luego de las críticas que surgieron tras los últimos resultados electorales y los cuestionamientos sobre su rol en el Gobierno. Los libertarios de Milei y su círculo más cercano cerraron filas alrededor de la Secretaria General y su involucramiento en la campaña electoral.
En las últimas semanas, Karina ha asumido un papel más activo dentro de la campaña, liderando acciones como el lanzamiento de una agrupación estudiantil para “combatir el adoctrinamiento” en los secundarios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Esta movida, que responde a un fuerte reclamo de los libertarios más jóvenes, apunta a fortalecer su imagen como líder de la causa libertaria entre los estudiantes.
Además, Karina ha mostrado su disposición a mantener a figuras clave a su lado, como Martín Menem y Eduardo Menem, a pesar de los cuestionamientos sobre sus relaciones dentro del Gobierno. En una reciente actividad en Tucumán, Karina encabezó el acto de reactivación de la campaña, respaldada por Martín Menem, quien se mantiene como uno de sus principales aliados.
El mensaje que circuló en redes sociales, titulado “Javier es Karina, Karina es Javier”, se convirtió en un grito de defensa por parte de los militantes cercanos a la Secretaria General. La defensa vino a raíz de los comentarios internos que cuestionaban la relación de Karina con ciertos sectores del Gobierno, especialmente con los Menem y los colaboradores cercanos a Sebastián Pareja. En respuesta a estos cuestionamientos, los allegados a Karina insistieron en que cualquier crítica hacia ella sería una crítica al mismo Javier Milei.
Los reclamos en las redes, sin embargo, no fueron exclusivos de sus aliados. También surgieron voces disidentes dentro del espacio libertario que criticaron la manera en que Karina ha manejado ciertos aspectos de la campaña y la gestión. A pesar de las críticas, Karina no ha vacilado en mantener su lugar dentro del Gobierno y la campaña electoral, apareciendo como una de las principales figuras de La Libertad Avanza.
A medida que avanza la campaña electoral, las internas dentro del Gobierno parecen profundizarse. Mientras que Karina mantiene su liderazgo visible, Javier Milei ha tomado un rol más reservado, centrado en liderar los aspectos políticos del Gobierno, sin dejar de lado su enfoque en la economía. Esto se ha reflejado en los videos de campaña lanzados recientemente, donde el Presidente aparece en mensajes dirigidos a cada provincia, aunque con un perfil bajo en cuanto a los temas más polémicos.
El entorno de Karina, por su parte, sigue defendiendo con firmeza su rol en la campaña y la gestión, con el mensaje de que “todo lo que logró Milei es gracias a ella”. En las filas más cercanas a Karina, no se duda en afirmar que sin su liderazgo, el ascenso de Javier Milei a la presidencia habría sido más complicado.
Uno de los últimos capítulos de esta disputa interna se vivió en las redes sociales, donde el Ministerio de Capital Humano decidió presentar una denuncia contra las autoridades de la Universidad de Buenos Aires (UBA) por la utilización de una página oficial para promover una campaña crítica contra el recorte de fondos para la educación superior. Esta denuncia llegó de la mano de Alejandro Álvarez, subsecretario de Políticas Universitarias, quien, aunque cercano a Santiago Caputo, negó que estuviera involucrado directamente en la decisión.