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País

Una nueva declaración complicó aún más a los responsables de la tragedia del fentanilo contaminado

El testimonio de Eduardo Darchuk revela que una de las jefas de control microbiológico del laboratorio Ramallo detectó el fentanilo contaminado y no lo informó.

12/09/2025

La causa por las muertes provocadas por fentanilo contaminado sumó un nuevo giro con una declaración que ha revelado información hasta ahora desconocida. Eduardo “Ruso” Darchuk, técnico químico y exjefe de producción en el laboratorio Ramallo S.A., declaró ante el juez Ernesto Kreplak y la fiscal federal Laura Roteta que una de las jefas de control microbiológico de la planta, Adriana Iudica, detectó irregularidades en una muestra de fentanilo contaminado, pero no informó sobre ello. “Dijo que se olvidó”, relató Darchuk.

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El episodio ocurrió en mayo de este año, poco después de que la ANMAT prohibiera la circulación del lote 31202 de fentanilo. En una reunión en la planta, donde participaban autoridades de Ramallo y de HLB Pharma, la empresa para la que el laboratorio fabricaba productos de manera exclusiva, Iudica habría admitido ante sus compañeros que el análisis había dado positivo por contaminación. Darchuk relató que la frase de Iudica, “Me dio positivo”, causó una gran conmoción en la reunión. En ese momento, Diego García, uno de los dueños de HLB Pharma, reaccionó con furia, exigiendo explicaciones sobre por qué no se había informado el hallazgo antes.

Según la declaración de Darchuk, Iudica respondió: “La verdad, me olvidé”. La falta de respuesta ante la gravedad del hallazgo dejó a los presentes "muy shockeados", según el relato del técnico.

La nueva declaración ha complicado aún más el panorama para los responsables del laboratorio, ya que Iudica, la técnica encargada del control, parece haber sido testigo de la contaminación del fentanilo pero no la reportó adecuadamente, lo que pone en evidencia fallas internas en el proceso de control de calidad dentro de la planta.

Aunque Darchuk negó haber participado en la adulteración del lote contaminado, su testimonio pone el foco en las irregularidades en la detección y notificación del problema dentro del laboratorio. La fiscalía está ahora investigando las responsabilidades de varios actores dentro de la cadena de producción.

El principal imputado en la causa es Ariel García Furfaro, uno de los dueños de Ramallo. Aunque Darchuk aseguró que Ariel rara vez participaba en la producción y que su presencia era conocida solo “por radio pasillo”, Diego García Furfaro, otro de los dueños, es señalado como una de las figuras clave en la reacción de la empresa ante la crisis.

El escándalo por el fentanilo contaminado ya ha provocado 96 muertes y derivó en una investigación que ha tocado fibras políticas y judiciales. En las últimas horas, el juez Kreplak ordenó allanamientos en la ANMAT y el Instituto Nacional de Medicamentos (INAME), así como en los domicilios de siete funcionarios actuales y pasados de estos organismos. Entre los implicados está Gabriela Mantecón Fumadó, ex titular del INAME, quien fue desplazada de su cargo en agosto después de que un informe interno alertara sobre las irregularidades en el laboratorio Ramallo y que nunca fue tomado en cuenta durante semanas.

Además de Mantecón, se encuentran bajo la lupa otros funcionarios del INAME y la ANMAT, a quienes se les investiga por negligencia, connivencia o complicidad en el incumplimiento de los controles que podrían haber evitado la tragedia. La Justicia busca determinar si hubo omisión de responsabilidades por parte de quienes tenían que supervisar la producción y distribución del fentanilo.

La causa sigue avanzando, acumulando hasta el momento 17 imputados y 7 detenidos, con Ariel García Furfaro siendo el más complicado por su papel en el laboratorio donde se fabricó el lote de fentanilo mortal. Los delitos que se le imputan podrían llevarlo a una condena de hasta 25 años de prisión.