El Millonario igualó sin goles como visitante en el primer duelo por los octavos de final de la Copa Libertadores. Se define la serie en el Monumental.
River vivió un partido de contrastes en la ida de la Copa Libertadores ante Libertad. En el primer tiempo, el equipo se mostró anodino, desconectado y sin claridad ofensiva, mientras que en la segunda mitad logró una mayor conexión, presión y ambición, gracias a los cambios estratégicos de Marcelo Gallardo.
La clave estuvo en los movimientos tácticos que potenciaron a jugadores como Ignacio Fernández, verdadero cerebro del equipo, y la colaboración de Juanfer Quintero y Enzo Pérez, que ayudó a compactar la defensa y reducir errores no forzados. Sin embargo, pese a 15 remates en 45 minutos, River no pudo vencer a Silva, dejando la serie abierta para la revancha.
Gallardo tendrá que analizar la falta de gol en partidos de alto nivel, un desafío que se repitió en los clásicos ante San Lorenzo e Independiente, y en esta ida de octavos. El Monumental será clave para encaminar la serie ante un rival que no es invencible, aunque con experiencia en certámenes continentales.
La lección de Asunción es clara: River puede pasar de la desconexión a la lucidez, pero no siempre habrá un tiempo para recalibrar. La consistencia y la eficacia ofensiva serán determinantes si el equipo quiere alcanzar la quinta Libertadores.