Con la nueva calificación de femicidio, si los acusados son hallados culpables, podrían enfrentar una prisión perpetua.
La causa por el asesinato de Brenda Torres, la joven de 24 años descubierta descuartizada en Córdoba, dio un giro importante con la recategorización del expediente como femicidio. La decisión fue tomada por el fiscal Horacio Vázquez, quien, tras analizar el material probatorio, determinó que el crimen ocurrió en un contexto de violencia de género.
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Según el comunicado de la fiscalía, la vulnerabilidad de la víctima y las circunstancias que rodearon el asesinato "situaron a Brenda en una situación de desprotección total", lo que llevó a la fiscalía a clasificar el caso bajo esta agravante. La abogada de la familia, Daniela Morales Leanza, había solicitado que la causa se tratara como femicidio tras conversar con los allegados de la víctima y determinar el contexto de abuso y desprotección en el que se encontraba la joven.
Los principales sospechosos en el caso son Cristian Aranda, de 38 años, y Gustavo Lencina, de 53, quienes fueron detenidos tras la aprehensión de pruebas cruciales. Lencina, con experiencia como matarife, es señalado como uno de los responsables de los cortes precisos que presentaba el cuerpo de Brenda, lo que coincide con las características de un trabajo profesional. Además, las cámaras de seguridad captaron a uno de los implicados descartando bolsas con las piernas de la víctima, lo que permitió identificar su paradero y arrestarlo.
Se cree que Brenda Torres estuvo presente en una reunión con Lencina y Aranda, durante la cual consumió drogas. En esa circunstancia, habría recibido una golpiza fatal antes de ser descarnada y sus restos repartidos por diferentes puntos. La motivación criminis causa (matar para ocultar otro crimen) también está siendo investigada, ya que la joven se encontraba en una situación de extrema vulnerabilidad debido a sus consumos problemáticos.
El crimen se cometió en un contexto de abuso y sometimiento, lo que refuerza la hipótesis de que fue violencia de género.
Con la nueva calificación de femicidio, si los acusados son hallados culpables, podrían enfrentar una prisión perpetua. Actualmente, la fiscalía sigue tomando testimonios y esperando resultados de las pericias adicionales para completar la investigación.