Tras su regreso, el docente descubrió que delincuentes habían ingresado a su hogar, sustraído una gran suma de dinero, bienes de valor y dejado la casa completamente desordenada.
En una jornada que resultó ser una amarga sorpresa, un docente de 54 años y residente en el Bº Santa Ángela de Quimilí, regresó el pasado fin de semana de un viaje a Córdoba para encontrar su hogar completamente desvalijado. Según relató el damnificado a las autoridades, el 19 de julio había tenido que ausentarse de su casa, y al regresar, se encontró con la violación de un ventiluz en la cocina y un desorden generalizado en varias habitaciones.
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Lo que parecía ser un simple descuido se transformó en una tragedia personal cuando advirtió que le habían sustraído una caja fuerte que contenía U$S 900 y $800.000 en efectivo. Este dinero, que el docente había guardado en un ropero dentro de una habitación, no estaba a la vista, lo que indica que los delincuentes conocían los lugares más íntimos de la casa.
No conformes con el robo económico, los delincuentes también se llevaron otros objetos de valor, incluyendo una notebook y un anillo de oro.
Tras la denuncia, el fiscal Martín Silva intervino en el caso y ordenó trabajos de criminalística, además de la participación de la Brigada de Robo y Hurto, que trabaja arduamente para dar con los responsables.