El delantero brasileño se refirió al escandaloso cierre del partido entre Chelsea y PSG, marcado por empujones, tensión en el campo y una polémica reacción del entrenador español.
El Chelsea se consagró campeón del Mundial de Clubes 2025 tras vencer con autoridad por 3-0 al Paris Saint-Germain en la final disputada este domingo en East Rutherford, Estados Unidos. Sin embargo, el cierre del partido estuvo lejos de la celebración esperada: una pelea entre jugadores y entrenadores eclipsó los festejos, dejando al brasileño Joao Pedro como protagonista involuntario.
El delantero, autor de uno de los goles del triunfo, fue empujado en medio del tumulto y posteriormente impactado por el DT Luis Enrique, quien apareció entre los forcejeos en un intento –según dijo luego– de separar a los futbolistas. "No saben perder, creo. Es parte del juego. Ahora es momento de celebrar", disparó Joao Pedro en zona mixta, todavía conmovido por el momento vivido y el título alcanzado.
Todo se desató cuando sonó el silbato final. Andrey Santos, compatriota de Joao Pedro, fue rodeado por varios jugadores del PSG, situación que generó tensión inmediata. "Fui a proteger a Andrey. Vi a los jugadores rodeándolo. Como buen brasileño, fui a proteger a un amigo", explicó Joao Pedro. “Llegaba mucha gente y, en ese lío, terminé siendo empujado”, agregó.
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Las cámaras captaron el momento exacto en el que Luis Enrique impacta con su brazo izquierdo sobre el pecho y rostro de Joao Pedro, lo que encendió aún más el caos en el campo. Varios futbolistas e integrantes del cuerpo técnico intervinieron, en una imagen inusual para una final de carácter internacional.
En conferencia de prensa, el técnico español intentó restarle gravedad al episodio: "Al final del partido hay una situación que creo es totalmente evitable, por parte de todos. Mi objetivo y mi intención, como siempre, era intentar separar a los jugadores para que no hubiera más problemas".
Más allá del conflicto, la figura del Chelsea vivió un torneo inolvidable. Joao Pedro, que llegó al club en plena competencia procedente del Brighton, fue determinante para el título: marcó dos goles en la semifinal ante Fluminense –el club en el que se formó– y uno en la final frente al PSG. "Estuve cuarenta días de vacaciones y llego en pleno campeonato, con grandes equipos. Lo que estoy viviendo es inexplicable. No sé qué decir", expresó entre lágrimas en una entrevista con Sportv. "Fue duro. Mi primera final. Estoy viviendo algo inexplicable. Dos goles en la semifinal, uno en la final. Inexplicable", concluyó conmovido.
Chelsea cerró así su participación con un título histórico y una actuación colectiva sólida, pero también con un final que dejó heridas abiertas y que, posiblemente, traiga consecuencias disciplinarias en los próximos días.