Al ser indagada por los médicos sobre el origen de las lesiones del niño, la madre dio una insólita explicación: “se cayó de una tapia”.
Un niño de dos años permanece internado tras ingresar con lesiones compatibles con abuso sexual, pese a que su madre afirmó que se había lastimado accidentalmente mientras jugaba. El caso generó conmoción en Añatuya, departamento Taboada, y ya es investigado por la Justicia.
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El episodio ocurrió el pasado viernes, en horas de la siesta, cuando una joven de 21 años se presentó en el hospital zonal de Añatuya junto a su pequeño hijo. Según su relato, el niño se habría caído desde una altura aproximada de 50 centímetros al treparse a la pared de un aljibe en la casa de su abuela.
Sin embargo, durante la revisión médica, el profesional de guardia detectó un desgarro perianal, lesión que podría indicar un posible abuso sexual, por lo que dispuso su inmediata derivación al Centro Provincial de Salud Infantil (CePSI) en la ciudad Capital para recibir atención especializada.
Ante la gravedad del hallazgo, intervino personal de la Comisaría Comunitaria Nº 4 del Menor y la Familia de Añatuya. La fiscal Carola Olivera ordenó que se secuestren las prendas de vestir del niño, se realicen tomas fotográficas y se solicite la intervención de un médico policial de Capital, quien deberá evaluar al menor y emitir un informe detallado.
El caso quedó bajo estricta reserva mientras se avanza en la investigación para determinar las circunstancias que rodearon las lesiones y deslindar responsabilidades.