La participación del multimillonario en la política de derecha y su apoyo al mandatario norteamericano impactaron en el negocio de sus autos eléctricos, además de un aumento de la competencia.
Las ventas mundiales de Tesla cayeron 13,5% en el segundo trimestre respecto al mismo periodo del año anterior, en un contexto de creciente competencia y luego del fin de la colaboración de su dueño Elon Musk con el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump.
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El fabricante de vehículos eléctricos registró 384.122 entregas entre abril y junio frente a las 443.956 del mismo periodo de 2024, anunció la compañía el miércoles.
Las nuevas cifras también son un posible indicio de que Tesla podría decepcionar cuando anuncie las ganancias del segundo trimestre más adelante este mes. En los primeros tres meses de este año, el ingreso neto cayó un 71%.
Aun así, las acciones de la empresa subían en Wall Street ya que esta cifra se acerca a las previsiones de los analistas, e incluso mejora las proyecciones realizadas en los últimos días por algunos especialistas.
La caída en las ventas se suma a las crecientes señales de que la afinidad de Musk con Trump y políticos de extrema derecha en Europa ha tenido un impacto profundo y duradero en la marca Tesla.
Además, las cifras de ventas globales de Tesla demuestran que cada vez hay más actores en el sector de los vehículos eléctricos y el mercado está cada vez más repartido con compañías como BYD y otras chinas de bajo costo, y los fabricantes tradicionales (GM, Toyota y Volkswagen).
El activismo político de Musk y su puesto en el gobierno convirtieron a Tesla en blanco de la ira de los consumidores en forma de boicots, manifestaciones y quema de vehículos.
En los últimos días, Musk volvió a intensificar su enfrentamiento con Trump, lo que provocó una nueva caída en las acciones de la compañía.
Musk donó más de 270 millones de dólares a la campaña de Trump en 2024, y recorrió estados clave para el republicano. Tras las elecciones, el presidente le encargó dirigir el Departamento de Eficiencia Gubernamental, una iniciativa destinada a eliminar miles de empleos del gobierno federal.
Pero Musk terminó por distanciarse del republicano por su proyecto de ley de presupuesto porque, según el dueño de X, SpaceX y otras empresas, despilfarra el dinero público.
En una publicación en X, Musk acusó a los partidarios del proyecto de ley de respaldar la “esclavitud de la deuda”.