El magistrado, que ya estaba detenido con prisión domiciliaria, presentó su dimisión a días de tener que declarar ante el Consejo de la Magistratura. Estaba acusado de favorecer a Esteban Alvarado y de extorsionar a financistas.
En un giro clave dentro del escándalo que sacude al Poder Judicial de Rosario, el juez federal Marcelo Bailaque presentó su renuncia al cargo este miércoles por la mañana, justo cuando el proceso de remoción en su contra se encontraba en su etapa final. El magistrado debía presentarse a declarar el 17 de junio ante la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura, en el marco de una investigación por extorsión, prevaricato, falsedad ideológica y vínculos con el narcotráfico.
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La decisión llega en medio de un clima de alta tensión judicial y política, y con una causa que involucra a exfuncionarios aduaneros, financistas, narcos y estructuras de lavado de dinero en una de las zonas más golpeadas por el crimen organizado en Argentina.
Bailaque, titular del Juzgado Federal N°4 de Rosario, ya se encontraba bajo prisión domiciliaria, imputado por facilitar maniobras ilegales del narco Esteban Alvarado y su entorno. En uno de los expedientes más delicados, se lo acusa de dilatar deliberadamente causas judiciales para beneficiar al capo narco y a su exesposa, Rosa Natalí Capuano, así como de montar una falsa causa contra dos financistas a cambio de una coima, según declaró un arrepentido clave: Carlos Vaudagna, extitular de ARCA en Rosario y Santa Fe.
La renuncia de Bailaque se conoció luego de que el Consejo de la Magistratura de la Nación aprobara los cargos en su contra y avanzara con el procedimiento de juicio político por mal desempeño. El dictamen fue contundente: “De la prueba reunida, es posible tener por acreditado que el magistrado incurrió en comportamientos incompatibles con la ética, la transparencia y la objetividad exigidas por la Constitución Nacional para el ejercicio de la función judicial”.
La situación procesal del juez ya había escalado con fuerza. El fiscal federal Diego Velasco, al frente de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), había solicitado su detención inmediata, al considerar que existían riesgos concretos de entorpecimiento de la investigación.
En paralelo, la Cámara Federal de Casación Penal había resuelto que el caso se investigue bajo el sistema penal acusatorio, un mecanismo más ágil y transparente que impide a los jueces involucrados tener control sobre la instrucción. No obstante, la defensa de Bailaque presionaba para mantener la causa bajo el viejo Código Procesal Penal, con el objetivo de ganar tiempo.
La red investigada abarca a miembros del Poder Judicial, exfuncionarios de aduana y operadores financieros, y configura, según fuentes judiciales, un esquema sistemático de corrupción y encubrimiento al narcotráfico en la región.
Además de Alvarado, se investigan posibles maniobras delictivas con protección judicial que habrían permitido lavar dinero, manipular causas penales y presionar a empresarios. Bailaque es señalado como un actor central de ese entramado, junto a su colega Gastón Salmain, también implicado en la causa.
La renuncia no implica el cierre de la investigación penal, pero le permite evitar el juicio político y, con ello, la pérdida formal del cargo por vía institucional. Según confirmaron fuentes del Consejo de la Magistratura, la dimisión será tratada en los próximos días.
Mientras tanto, el Poder Judicial suma otro caso de descomposición institucional, en una de las zonas más sensibles del país en materia de narcotráfico, y con crecientes cuestionamientos a la transparencia de los tribunales federales de Rosario.