Marcelo Chumbita, abogado de F.A.C., confirmó que su defendido está en libertad y detalló que el hombre salió a trabajar y llegó a su casa después de los hechos.
Marcelo Chumbita, abogado de F.A.C., el padre del nene de 6 años y de su madre, ambos hallados muertos a tiros en una vivienda de Florencio Varela, aseguró la inocencia de su defendido y confirmó que se encuentra en libertad.
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“No está demorado. Él está en la casa de una familia, shockeado por esta situación”, declaró Chumbita en diálogo con TN, y detalló que el padre, un tornero de 47 años, llegó a su casa y encontró “a su mujer en un pasillo muerta y a su hijo, en la pieza, agonizando”. “Todavía no entiende qué es lo que pasó”, agregó el letrado.
El viernes por la tarde, la mujer de 47 años y su hijo fueron encontrados muertos por F.A.C. en el domicilio ubicado sobre la calle Pehuajó al 2300. En un principio, los investigadores sospecharon que la madre había matado al niño y luego se suicidó, pero la autopsia contradijo esta hipótesis.
De acuerdo con los exámenes forenses, la mujer, M.A.L., ama de casa, fue asesinada alrededor de las 12 del viernes, mientras que su hijo, N.C., murió a las 18, seis horas después. La mujer presentaba dos disparos —uno en el tórax y otro en la cabeza— y el niño un balazo en la cabeza, que le provocó la muerte instantánea.
Estos datos descartaron que el niño haya agonizado durante horas tras un ataque de su madre, y pusieron la mirada sobre el padre, quien declaró haber encontrado los cuerpos y haber llamado al 911.
El abogado Chumbita detalló que su defendido salió de su trabajo a las 16 horas en Munro y llegó a su casa a las 18.30, y que comprobó la ruta y tiempos de traslado con Google Maps. F.A.C. viaja en tren Belgrano Norte a Retiro, luego subte a Constitución y finalmente tren a Bosques, caminando unas 10 cuadras hasta su domicilio.
“La verdad que tiene un tramo de viaje muy largo y en día hábil tarda no menos de dos horas y media. Está acreditado que fue a trabajar y tenemos la imagen del uso de la SUBE”, afirmó el letrado, que además indicó que su estudio busca cámaras y testigos del trayecto.
En la escena del crimen, la Policía Científica secuestró dos armas: un revólver calibre .22 con dos vainas servidas y un proyectil intacto, y un revólver calibre .38 sin municiones, además de celulares y prendas para análisis.
Familiares y vecinos indicaron que la mujer sufría depresión, agravada por la dificultad de cuidar a su hijo, diagnosticado con autismo. También trascendió que varios familiares habían atravesado episodios relacionados con intentos de suicidio, según un reporte policial.