Millonarias cifras y la imputación: "Homicidio críminis causa, agravado por alevosía y ensañamiento". El cadáver del comerciante fue hallado incinerado sobre una ruta provincial.
El cadáver del comerciante peruano Juan Marcelo Ferrufino (54) fue descubierto este sábado a la madrugada con varias puñaladas y quemado en un 90%, y su final expuso los claroscuros en ganancias millonarias emanadas del alquiler de puestos en Mailín, durante la mayor fiesta religiosa de la provincia.
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El único sospechoso del crimen es el santiagueño, Alexis Maldonado (29), quien habría ultimado a Ferrufino a puñaladas, en una disputa por casi $ 8.000.000 del alquiler de 40 puestos a inquilinos santiagueños, peruanos, porteños y de otras provincias.
El cuerpo de Ferrufino fue hallado a la vera de la vieja ruta 194, entre Herrera, a 11 kilómetros de Mailín. El hombre estaba desaparecido desde la madrugada del 26 de mayo, misterio que había movilizado a policías de General Taboada, Avellaneda y Capital.
"Don Juan" (como se lo conocía a Ferrufino) era un comerciante de Lomas de Zamora, Buenos Aires. Desde el 2006 venía a la fiesta de Mailín, aunque no para participar exclusivamente de la celebración religiosa. En su distrito, trabajaba en distintos rubros del comercio con su esposa e hijos. Su contacto en Santiago era Maldonado, "dueño" de lotes que arrendaba el peruano.
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Pese al hermetismo de la fiscal, Alejandra Sobrero, trascendió que este año también y desde Buenos Aires, Ferrufino contrató los lotes a puesteros, al parecer cada uno a $ 250.000 y $ 400.000 diarios dependiendo del espacio y la ubicación. Pero esta vez habría ocurrido algo inesperado, al menos para Ferrufino: Maldonado también habría cerrado sus propios contratos de alquileres paralelos y de los mismos puestos.
Así, entre el 23 y 25 de mayo, más de veinte puesteros estallaron de ira, asumiéndose estafados. "Fui a reclamarle y Maldonado sacó de abajo del colchón $ 2.000.000" para resarcirme, declaró una testigo. Esos negocios extras eran desconocidos por "Don Juan", quien ya estaba en Mailín para entonces y dormía y almorzaba en casa del "socio" Maldonado.
Ante la inminencia de que se descubriera todo, la madrugada del 26 Maldonado persuadió a Ferrufino para hacer unas compras. Partieron en un Volkswagen Voyage gris. Los detalles finos son desconocidos. Lo cierto es que Maldonado acuchilló por la espalda al "socio" y luego lo arrojó a la vera de la 194, lo roció con un combustible y le prendió fuego.
Ausente Ferrufino, los puesteros creyeron que estaba prófugo por las "estafas impagables". Pero el santiagueño fue demorado el jueves. Habría desgranado varias versiones: "Lo llevé a la terminal; se fue a comprar chanchos a Dora; dejó Mailín sin llevarse nada", fueron algunas. Finalmente, un testigo clave proveyó datos que decantaron en un allanamiento en casa de Maldonado, y la "aparición" del cadáver incinerado.
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"Nuestro cliente desea declarar", según la defensa
Maldonado es representado por los abogados, Román Nassif y Nahiara Cheín. "La indagatoria se realizará este lunes y nuestro cliente desea declarar, pero veremos", señaló brevemente Nassif a EL LIBERAL.
Después de los procedimientos, Maldonado fue trasladado en la víspera desde Avellaneda y alojado en la Departamental 13. Lo asistió un médico, ya que presentaba algunos magullones, se supo. Antes de las 22, mantuvo una reunión con su abogado, a la espera de la indagatoria y en pos de interiorizarlo sobre su delicado cuadro: "Homicidio críminis causa, agravado por alevosía y ensañamiento", serían las imputaciones.
La noche, viaje de puesteros y el día en que Maldonado hurtó $ 80.000 de las limosnas
En agosto del 2019, un sacerdote grabó mientras un empleado del Santuario de Mailín se apoderaba de $ 80.000 de las limosnas. Cuando las imágenes llegaron a la policía, emergió presuntamente el rostro de Alexis Maldonado, retirándose rápidamente, en teoría, con las abultadas sumas.
Los funcionarios recordaron ayer el suceso y reconocieron que habría una investigación, pero sin que la denuncia haya sido ratificada con posterioridad.
De Maldonado también se sabe que hace un año, un hermano habría tomado la drástica determinación de quitarse la vida. A ese cuadro, vale incluirse la separación de sus padres.
El presente
Ahora, Maldonado enfrenta una posible reclusión perpetua. En esencia, la fiscal lo acusaría de haber matado a Ferrufino para ocultar el robo, o estafa. Sin embargo, la Justicia anoche contaba solo con un "punto de vista" y la defensa dejó entrever que el desenlace debe ajustarse a un contexto bien profundo, todavía en plena gestación y desarrollo.
Aquella encrucijada, conllevaba una usina de rumores. Trascendió que no se trató de una sola "estafa" y que lo sustancioso debería focalizarse en los viajes de los puesteros oriundos de Buenos Aires, muchos peruanos, y en la noche, como cóctel paralelo, anexo y ajeno a la celebración religiosa.
Sea cual fuere la trama oculta o desconocida, Sobrero ya tiene un sospechoso. A la vez, delegaba pruebas científicas en expertos de Búsqueda de Personas, Homicidios y Delitos Complejos, Criminalística de Añatuya y Capital, más los jefes de las Departamentales, 13 y 18.
En viaje la familia para el traslado del cuerpo, tras la autopsia
Ni bien el cuerpo del peruano ha sido encontrado quemado, su esposa informó que viajaba hacia Santiago. Lo confirmaron sus abogados, Carolina Romero y Walter Correa, quienes realizarán nuevas presentaciones.
El corolario fue antecedido por allanamientos iniciados la noche del viernes y ejecutados en el amanecer del sábado. A la 1, los policías y la fiscal coparon una vivienda en calle Zacarías Herrera, Bº Norte, Villa Mailín. Con luz verde del juez, Álvaro Mansilla, los funcionarios allanaron la propiedad.
Secuestraron, "... una mochila de color negro con documentación varia, un bolso Adidas con prendas de vestir, una antena de internet "Star Link"; también $ 300.000, llaves de un automóvil Volkswagen Voyage, una pala ancha con mango de madera, otra pala de punta, fragmentos de telas quemados, otro pedazo de tela sintética de color naranja parcialmente quemada, recortes de tela con rayas de color negro y blanco con tierra, un trozo de tela de color azul con barro, un cuchillo de color negro con barro, de 23 cm de largo y un machete sin mango con cuatro remaches, de 63 cm de largo".
De allí, los policías y la fiscal ascendieron a patrulleros, directos al camino de ripio. Al ser descubierto el cuerpo, tomaron el control de la escena los forenses del Poder Judicial: Andrés Ruiz Milani y Ana Liz Abdo. Trascendió que han sido secuestrados, huesos, ropa quemada, y recipientes de posible combustible. Sospechan de líquidos acelerantes, en pos de una destrucción total, más rápida y perversamente efectiva.