Al ser confrontados, los adolescentes dijeron que ellos eran "intermediarios" que debían entregar el arma a otra persona a la que no quisieron identificar. Se abrió una investigación judicial.
Un preocupante episodio de violencia escolar encendió las alarmas en la comunidad educativa del Colegio Secundario Banda, ubicado en la intersección de las calles Necochea y Mármol. Tres adolescentes fueron descubiertos con un arma de fabricación casera y un cuchillo, lo que motivó la intervención de las autoridades policiales y judiciales.
HACÉ CLICK AQUÍ PARA UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP DE DIARIO PANORAMA Y ESTAR SIEMPRE INFORMADO
El hecho ocurrió alrededor de las 17.30, cuando personal de maestranza observó a tres estudiantes —de 15 y 16 años, domiciliados en los barrios Bosque, Villa Inés y 9 de Julio— ingresando con una mochila a un aula en desuso. Al notar una actitud sospechosa, un ordenanza decidió seguirlos y advirtió que uno de ellos portaba un arma casera. Inmediatamente dio aviso al cuerpo docente.
Al requerir a los estudiantes que mostraran el contenido de la mochila, estos se negaron, lo que llevó a los docentes a solicitar asistencia policial. Al arribar al establecimiento junto a la asesora pedagógica, los uniformados lograron que los menores accedieran a mostrar el interior de la mochila. Allí encontraron una “tumbera” fabricada con un caño galvanizado amarillo, un percutor, dos cartuchos calibre .32, otro caño adicional sin percutor, y un cuchillo de acero con mango de madera, envuelto en cinta negra.
Durante la intervención, uno de los adolescentes indicó que actuaban como “intermediarios”, y que el arma habría sido entregada por un joven —posiblemente mayor de edad y residente en el barrio 25 de Mayo— para ser trasladada a otra persona aún no identificada.
El hecho generó una fuerte conmoción entre padres, docentes y alumnos. El fiscal de turno, Dr. Hugo Herrera, dispuso que personal de Criminalística se hiciera presente en el lugar y secuestrara los elementos hallados. También ordenó que se identifique a los padres de los adolescentes, quienes deberán presentarse en el Centro Judicial para que sus hijos presten declaración.
Además, se tomará testimonio al personal docente y de maestranza involucrado. Si bien los jóvenes no tendrían antecedentes de conducta conflictiva, las autoridades no descartan ninguna hipótesis y analizan posibles imputaciones. La investigación continúa para determinar el origen y el destino final de las armas.