Benfica lo ganaba 1-0, pero cuando el partido agonizaba, Gyokeres lo empató y lo mandó al alargue y los campeones del torneo local se impusieron por 3-1. Así, Fideo jugó su último partido en suelo portugués y no pudo ocultar su tristeza.
Benfica cerró la temporada de la peor manera. Tras perder el torneo local, este sábado sufrió otra dura caída ante su clásico rival, Sporting, que lo venció por 3-1 en la final de la Copa de Portugal, arrebatándole el doblete y dejando una imagen desoladora en Ángel Di María, quien rompió en llanto tras el pitazo final en su último partido en suelo luso.
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El equipo de Lisboa tenía la victoria al alcance de la mano. Tras un trámite parejo, se puso en ventaja en el segundo tiempo gracias a un gol de Orkun Kökçü. Sin embargo, Viktor Gyokeres, goleador del campeón, igualó el marcador desde el punto penal en el minuto 101, obligando a ir al tiempo suplementario.
En el alargue, Sporting aprovechó el envión anímico del empate agónico y lo liquidó con tantos de Conrad Harder y Francisco Trincao, que decretaron el 3-1 definitivo y desataron la euforia verde y blanca en Oeiras.
Para Di María, el encuentro tuvo un sabor aún más amargo. No solo significó una nueva frustración, sino también el final de su etapa en Benfica, club al que regresó para cumplir un último ciclo en Europa antes de dejar el continente tras el Mundial de Clubes. El rosarino, entre lágrimas, fue consolado por sus compañeros, entre ellos Nicolás Otamendi, quien aún no definió su continuidad pero estaría cerca de renovar por una temporada más.
El próximo compromiso de Di María será en los Estados Unidos, cuando el 16 de junio dispute su primer partido con Benfica en el Mundial de Clubes frente a Boca Juniors. Pero su despedida de Portugal, donde brilló en dos etapas, quedó marcada por dos duras derrotas consecutivas ante Sporting en menos de un mes.