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Con la economía estabilizada, Caputo busca que los argentinos usen sus dólares del colchón para reactivar el crecimiento

El ministro apuesta a que los ahorros en moneda extranjera se vuelquen al consumo y la inversión. Sin embargo, el consumo interno sigue frío y la actividad económica cayó en marzo y abril.

25/05/2025

Con la inflación en baja y el tipo de cambio estabilizado, el equipo económico de Javier Milei empieza a correr otra carrera: la del crecimiento sostenido. Para eso, el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, lanzó una serie de medidas orientadas a tentar a los argentinos a que vuelquen al sistema los dólares que tienen guardados fuera del circuito financiero.

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El objetivo es ambicioso: lograr un crecimiento de al menos el 5% anual durante los próximos años. Pero los primeros datos del 2025 no ayudan. En marzo, el EMAE (Estimador Mensual de Actividad Económica) cayó 1,8% en comparación con febrero, y las proyecciones de abril tampoco son alentadoras. La consultora Equilibra estimó una baja de 0,8%, aunque aclaró que los múltiples feriados dificultan la comparación.

Este año, sin embargo, habría un rebote técnico cercano al 5%, producto del fuerte derrumbe del año anterior. La actividad volvió a niveles similares a los de fines de 2017, el mejor momento del macrismo, aunque todavía no logra perforar el techo de crecimiento que la Argentina arrastra desde hace 15 años.

“Desde 2011 que la economía argentina no crece de forma sostenida”, señalan los analistas, y destacan que todos los presidentes desde entonces tuvieron un año de rebote que luego se frenó.

El desafío de Milei es romper ese patrón, en un contexto en el que el consumo no despega y los salarios aún no le ganan a la inflación acumulada desde 2023. Quienes tienen ingresos más altos destinan gran parte a gastos que ganaron peso en el presupuesto mensual: tarifas de luz y gas, expensas, prepagas. Eso deja menos margen para el supermercado o el ocio.

Por otro lado, la balanza comercial también muestra señales de alerta. En abril, el superávit fue de apenas USD 204 millones, una caída del 89% respecto al mismo mes de 2024. Las importaciones aumentaron más de un 40% en cantidades, favorecidas por un tipo de cambio más bajo, mientras que las exportaciones siguen sin repuntar.

A mediano plazo, se espera una mejora estructural gracias al superávit energético proyectado para 2030, que rondaría los USD 25.000 millones, según estimaciones de la consultora Invecq. Pero ese horizonte todavía está lejos. En el corto plazo, la necesidad de dólares sigue siendo acuciante, sobre todo para importar insumos y atender la demanda del turismo.

Por eso, Caputo apuesta a la cuenta capital: inversiones externas, financiamiento, y sobre todo, a los ahorros de los propios argentinos. Las últimas medidas buscan facilitar el uso de dólares “del colchón”, eliminando los regímenes informativos que obligaban a bancos, escribanos, inmobiliarias, administradoras de tarjetas y supermercados a reportar movimientos sospechosos.

“La idea no es lanzar un nuevo Plan Platita, sino incentivar el uso del dinero en blanco que hoy está guardado”, explican desde el Gobierno. Se trata de remonetizar la economía, pero esta vez sin asistencia del Banco Central.

La apuesta es riesgosa, pero también estructural: lograr que los argentinos vuelvan a confiar y usen sus propios dólares para consumir, invertir o mover la economía. El éxito o fracaso de ese movimiento marcará si el rebote actual se convierte en crecimiento genuino o si, como en tantas otras ocasiones, vuelve a frenarse al poco tiempo de despegar.