Aunque el Ciclón se metió en las semifinales y sueña en el Torneo Apertura, en el club también reina la incertidumbre y preocupación por el futuro del DT, que es pretendido por Riquelme para que vuelva al banco del Xeneize.
San Lorenzo vive un presente tan ilusionante como incierto. En medio del caos institucional y con varias deudas saldadas a último momento, el equipo logró meterse en las semifinales del Torneo Apertura 2025 tras vencer por penales a Argentinos Juniors. Sin embargo, la alegría por la campaña de Miguel Ángel Russo se mezcla con una creciente preocupación: Boca quiere al DT y ya tendría su OK para regresar a La Ribera una vez terminado el torneo.
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La noticia no cayó bien en Boedo. En Boca, que atraviesa un clima de tensión tras la eliminación a manos de Independiente, Juan Román Riquelme ya tomó una decisión: quiere que Russo regrese al banco azul y oro. El entrenador, que supo dirigir al actual presidente xeneize tanto como futbolista como dirigente, es el elegido para reemplazar a Fernando Gago.
Aunque su ayudante Claudio Úbeda remarcó que “no va a llamarlo mientras esté con trabajo”, en San Lorenzo creen lo contrario. En ese contexto, la dirigencia azulgrana, con Julio Lopardo como máxima autoridad, decidió pagarle al DT los sueldos adeudados de enero y febrero, además de los premios, como gesto para intentar retenerlo.
Miguel Ángel Russo tiene contrato con San Lorenzo hasta diciembre, pero las condiciones actuales del club no son las mejores. El técnico está preocupado por las inhibiciones que podrían impedir la llegada de refuerzos en el próximo mercado, mientras la dirigencia planea vender al menos dos futbolistas por necesidad económica. Todo indica que el ciclo podría terminar antes de lo previsto.
En el plano deportivo, San Lorenzo enfrentará a Platense este domingo 25 de mayo en el Nuevo Gasómetro, por un lugar en la final del Apertura. El próximo compromiso, por ahora, será ante Quilmes por los 16avos de final de la Copa Argentina, previsto para el miércoles 4 de junio, aunque podría reprogramarse si el Ciclón avanza en el torneo local.
Mientras en Boedo se ilusionan con otra estrella, la novela sobre el futuro de Russo promete nuevos capítulos. Por ahora, la prioridad está en seguir compitiendo, pero el DT parece estar más cerca de Brandsen 805 que del Bajo Flores.