Horror en Villa Crespo: hallaron una carta clave en la escena del cuádruple crimen

La investigación por el brutal crimen de una familia en Villa Crespo dio un giro clave este miércoles, tras el hallazgo de una carta escrita a mano, presuntamente por Laura Leguizamón, la mujer encontrada muerta junto a su pareja y sus dos hijos adolescentes, Ian e Uvo.

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El escrito fue encontrado en el comedor del departamento, sobre una hoja A4 manchada con sangre. De puño y letra, con una mezcla de cursiva e imprenta, Leguizamón habría escrito: “Todo mal, fue mucho. Los amo. Mal. Perverso”. A pocos centímetros del papel, también había un dibujo que representaría la contraseña de uno de los celulares familiares, lo que ahora es materia de peritaje.

La policía encontró el cuerpo de Adrián Seltzer, pareja de Leguizamón, junto a los de sus hijos adolescentes, todos con múltiples puñaladas y vestidos con ropa de cama. La hipótesis principal es que fueron atacados mientras dormían.

Sin embargo, uno de los menores fue hallado entre el pasillo y el comedor, lo que hace suponer que intentó escapar del ataque, pero fue alcanzado por su madre y agredido por la espalda.

En la escena también fueron hallados dos cuchillos Tramontina, presuntamente usados como armas, y una computadora tirada en el suelo, además de medicación psiquiátrica, lo que refuerza la sospecha de que Leguizamón estaba bajo tratamiento y habría interrumpido la toma de sus remedios.

Según los resultados preliminares de la autopsia, Laura Leguizamón murió por una puñalada directa al corazón y no presentaba heridas defensivas, lo que indicaría que fue un suicidio consumado tras cometer los homicidios. Su cuerpo fue hallado en el baño.

Los investigadores ahora analizan la distribución de la sangre en todo el departamento para reconstruir la secuencia de los hechos y el recorrido de la presunta autora del crimen.

Este trágico caso conmociona a todo el país, mientras la Justicia intenta determinar con precisión qué ocurrió en el interior del departamento donde vivía una familia que, puertas adentro, parecía cargar con un dolor desconocido.