Leandro Ariel "Pepe" Barros, profesor de danza y figura del folklore con trayectoria internacional, falleció tras una repentina parálisis en sus piernas. Su pareja exige una autopsia e investigación profunda.
La Justicia de Añatuya, departamento General Taboada, investiga las circunstancias que rodean la inesperada y trágica muerte del bailarín Leandro Ariel “Pepe” Barros, de 32 años, ocurrida en la ciudad de Bandera, departamento Belgrano. Según los primeros datos, el artista habría sufrido una repentina parálisis en ambas piernas, horas antes de fallecer.
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El caso recayó en el fiscal Ezequiel Bustamante, quien ya cuenta con la presentación de la pareja del joven, Carolina Judith Lorenzo (37), con quien Barros convivía desde hace dos años. Según su testimonio, el episodio se inició el 13 de abril, durante una reunión con alumnas de danza en una vivienda ubicada en calle Mitre s/n, barrio Ciclón, Bandera.
Durante la madrugada, "Pepe" se descompensó y perdió la movilidad en sus piernas. Fue trasladado al Hospital Zonal a las 2:30 de la mañana y, posteriormente, derivado al CIS Banda, donde falleció alrededor de las 14:00.
"Mi pareja presentaba vómitos y la presión era 15 de máxima", relató Lorenzo. "El médico le informó que se trataba de una intoxicación y que debía esperarse 24 horas", añadió, dejando entrever una posible negligencia médica. Por eso, pidió una autopsia urgente y una investigación exhaustiva sobre lo ocurrido.
Barros era ampliamente conocido por su pasión y talento en el folklore. Integró el Ballet Camin y el Ballet Oficial del Festival Nacional de Folklore de Cosquín, donde llegó a representar los 200 años de la Autonomía Provincial de Santiago del Estero. También fue miembro del Ballet “Perfume de Carnaval” de la Capital santiagueña.
Con esfuerzo y dedicación, viajó a Brasil e Italia como parte de encuentros internacionales de danza, entre ellos el Festival delle Tre Torri en Italia y el Encuentro Internacional de Etnias en Santa Catarina, organizado por la Asociación Internacional de Folklore Latinoamericano (AIFL).
"Pepe era una persona sana, hacía mucha actividad física. Fue futbolista, jugador de pádel y árbitro", recordó su pareja, visiblemente afectada. Sus amigos y colegas lo despidieron en redes sociales con mensajes cargados de dolor y admiración.
La comunidad artística y sus seres queridos exigen respuestas. La causa avanza bajo la mirada de la fiscalía, mientras se aguardan los resultados de las pericias que podrían arrojar luz sobre este caso que conmociona al folklore santiagueño.