Tras una internación que retrasó el estreno, la Nena de Argentina y el cordobés presentaron su esperada colaboración: un diálogo musical entre dos ex que no recuerdan igual su relación.
María Becerra y Paulo Londra volvieron a unir fuerzas y emociones en “Ramen para dos”, una balada urbana con toques de R&B, donde exploran los altibajos del amor y la ruptura. La canción, cargada de nostalgia y reproches, funciona como un duelo de voces entre dos personas que vivieron una relación, pero no la recuerdan de la misma manera.
HACÉ CLICK AQUÍ PARA UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP DE DIARIO PANORAMA Y ESTAR SIEMPRE INFORMADO
El lanzamiento había sido postergado debido a que Becerra atravesó recientemente una internación por un embarazo ectópico, situación que ella misma compartió con sus seguidores. Finalmente, y tras la ansiedad del fandom, el tema llegó a plataformas acompañado por un videoclip de fuerte impronta visual.
En la canción, ambos artistas se enfrentan a través de frases como:
“Desde el día en que te fuiste, yo no sé por qué mierda no volviste. Que sigamos hablando no nos sirve”,
y continúan en una suerte de discusión rítmica:
“Hasta las paredes me hablan de vos. Si me preguntan yo digo que no”.
“Baby, es solo tu imaginación”, responde Londra, mientras Becerra insiste:
“Sigo pidiendo ramen para dos”, a lo que él responde cortante:
“Pero si nunca fuimos los dos”.
En el videoclip, la estética es tan importante como la letra. María aparece en un entorno íntimo, de inspiración animé, rodeada de peluches, gatos y una ambientación kitsch, que acentúa su rol de chica melancólica. El ramen, símbolo de lo que alguna vez fue compartido, se vuelve metáfora del vacío y la ilusión.
El lanzamiento había sido postergado debido a que Becerra atravesó recientemente una internación por un embarazo ectópico, situación que ella misma compartió con sus seguidores. Finalmente, y tras la ansiedad del fandom, el tema llegó a plataformas acompañado por un videoclip de fuerte impronta visual.
En la canción, ambos artistas se enfrentan a través de frases como:
“Desde el día en que te fuiste, yo no sé por qué mierda no volviste. Que sigamos hablando no nos sirve”,
y continúan en una suerte de discusión rítmica:
“Hasta las paredes me hablan de vos. Si me preguntan yo digo que no”.
“Baby, es solo tu imaginación”, responde Londra, mientras Becerra insiste:
“Sigo pidiendo ramen para dos”, a lo que él responde cortante:
“Pero si nunca fuimos los dos”.
En el videoclip, la estética es tan importante como la letra. María aparece en un entorno íntimo, de inspiración animé, rodeada de peluches, gatos y una ambientación kitsch, que acentúa su rol de chica melancólica. El ramen, símbolo de lo que alguna vez fue compartido, se vuelve metáfora del vacío y la ilusión.