La Ciudad y la Provincia de Buenos Aires separaron su comicio local. Pero, en realidad, adelantaron la futura pelea nacional.
Por Eduardo Paladini, en diario Clarín
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Buenos Aires Ciudad, el 18 de mayo. Y Buenos Aires Provincia, el 7 de septiembre. En esos dos escenarios y fechas habrá elecciones en los que el premio será mucho más valioso de lo que figura en el reglamento.
En lo formal, se trata de dos comicios locales, en los que habrá en disputa bancas legislativas. Para senadores y diputados provinciales, para legisladores y concejales.
Pero, en realidad, según cómo se resuelvan estas pujas quedarán encaminados los líderes de los dos grandes espacios nacionales que pelearán en el 2027. Los jefes de la grieta.
Milei vs. Macri, la primera gran pelea
La decisión de Jorge (y Mauricio) Macri de adelantar la elección porteña fue una clara señal de subsistencia. Cuando los coqueteos iniciales para formar una alianza con los libertarios se iban contaminando con llamativas peleas públicas y desplantes privados, los primos decidieron suspender las PASO (vía Legislatura) y fijar el comicio para el 18 de mayo (vía jefe de Gobierno).
"Una decisión para proteger sus negocios en la Ciudad", resumieron los Milei como respuesta y detonaron cualquier posibilidad de acuerdo, más allá de un último llamado telefónico desde Uspallata, horas antes del cierre de listas.
Desgastado en su rol de aliado y garante de la gobernabilidad, sin una recompensa que considere justa, Macri (Mauricio) entendió que la única manera de sobrevivir como referente de la centroderecha/antikirchnerista era ganando en el distrito que lo vio nacer y crecer.
Milei entendió lo mismo, pero para ejecutarlo al revés. La mejor manera de sostenerse como líder del espacio no peronista, que hoy conduce con chapa de Presidente, es aniquilar a Macri en su propia casa.
Tanto es así que, como contó Clarín, en la Casa Rosada reconocen que el principal objetivo en la Ciudad es que la lista de Manuel Adorni termine encima de la lista de Silvia Lospennato. Si en el camino gana el radical K Leandro Santoro, mala suerte.
Curioso: es lo mismo que piensan en el kirchnerismo. La bala de plata de este comicio es terminar con el PRO. ¿En la Ciudad y para siempre?
Un tercer puesto para el macrismo en el territorio donde están invictos desde 2005 puede traer problemas de mediano y corto plazo:
1) Resulta ilusorio pensar a Macri en un rol preponderante a nivel nacional en 2027 si queda tercero el PRO, con el riesgo real de perder la Ciudad ese mismo año.
2) Pero también puede haber complicaciones para llevar adelante la gestión desde este diciembre, con una legislatura renovada, fragmentada y oliendo sangre.
Las encuestas, como viene publicando este diario, hablan de un final abierto con pronóstico reservado para el PRO. Sobre 13 sondeos que trascendieron desde el cierre de listas a fines de marzo, en 11 lidera Santoro y en 2, Adorni. En la mayoría, Lospennato figura tercera. No muy lejos, pero tercera, el gran temor de los Macri.
Cristina vs. Kicillof, la segunda gran pelea
Como en las veladas de boxeo, la última pelea quizá sea la batalla estelar. El 7 de septiembre, o en el cierre de listas de cara a esa elección, el peronismo dirimirá su interna a cielo abierto. Y de allí surgirá, convalidado por las urnas, el líder opositor para el 2027.
Como los Macri, Kicillof entendió que la mejor manera de emanciparse de Cristina era adelantar el comicio local y conducir el armado de listas. Fue, en realidad, la fórmula que empujó un grupo de intendentes, con un doble objetivo:
1) No quedar arrastrados por un voto anti Cristina en sus distritos si la expresidenta encabezaba la lista sábana con una candidatura nacional.
2) No sufrir una oleada violeta si Milei y el Gobierno llegaban a octubre en alza.
La idea de los alcaldes fue un win-win, porque el gobernador se encontró, así de la nada, con un grupo de apoyo territorial fuerte.
Por ahora, el plan avanza según los deseos de Kicillof y los intendentes: se suprimieron las PASO locales, que eran un costo indeseado para las exigidas arcas bonaerenses, y se fijó fecha previa para la elección general provincial.
Pero queda mucho camino por recorrer. ¿Qué hará el gobernador si Cristina concreta la amenaza y es candidata en la Tercera sección (y lo manda a Massa para encabezar en la Primera)? ¿Acepta otra vez su dedo para confeccionar las listas? ¿O la enfrenta con una fuerza propia? ¿Y si pierde?
Con lógica de casta, algunos actores piensan en revivir las polémicas colectoras, que permiten compartir un candidato a la cabeza y luego colgarle diferentes opciones para otros cargos. Como una interna encubierta.
No es lo único: este miércoles avanzó un dictamen para reponer las reelecciones indefinidas para legisladores y concejales y todo indica que están los votos para que pase el filtro del Parlamento.
Los intendentes están agazapados: buscan lo mismo para su estatus, luego de conseguir un período extra en 2023-2027, pese a que ya regía una ley que prohibía más de dos mandatos seguidos.
¿Más piruetas de la política? Como adelantó Clarín, el peronismo (y aliados) tiene en gatera un cambio legal, con excusa económica, para que las boletas sean en blanco y negro y así neutralizar el violeta que identifica a los libertarios.
La pregunta cae por sí sola: el electorado, que en 2023 hizo su manifestación anti política más fuerte desde la vuelta de la Democracia y votó a Milei, ¿puede castigar estas internas encarnizadas y alejadas de las preocupaciones cotidianas?
Responde un conocido analista, que viene estudiando el fenómeno hace años, con una reflexión interesante: "Está claro que la gente rechaza todo este tipo de maniobras. Las reelecciones indefinidas, las colectoras, todo lo que huela a trampa mientras los políticos no le resuelven sus problemas. Pero más que votar en contra de alguien, puede que no vayan a votar, como ya pasó en la elección en Santa Fe".
"Y ahí puede darse una paradoja -concluye-: porque los anti política, sobre todo los jóvenes, que le dieron un apoyo fundamental a Milei en el 2023, serían los más propensos a ausentarse. En cambio el peronismo, en la Provincia, siempre mostró capacidad de movilización".