Barcelona festejó ante el Real Madrid en una final infartante y se consagró campeón de la Copa del Rey

El Barcelona se consagró campeón de la Copa del Rey 2025 tras vencer 3-2 a Real Madrid en una final vibrante disputada en Sevilla. Con goles de Pedri, Ferran Torres y Jules Koundé, el equipo de Hansi Flick sumó su título número 33 en el certamen, en un encuentro que tuvo emoción hasta el último suspiro.

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Dominio blaugrana y un primer tiempo soñado

Desde el pitazo inicial, el Barcelona impuso condiciones en el estadio La Cartuja. Con una posesión del 63%, manejó el ritmo del partido ante un Real Madrid desorientado, que apenas pudo generar un remate sin dirección al arco en toda la primera mitad. La superioridad catalana se tradujo en el marcador a los 28 minutos, cuando Lamine Yamal desbordó por derecha y asistió a Pedri González, quien sacó un potente disparo desde afuera del área que se clavó en el ángulo derecho de Thibaut Courtois.

El equipo culé tuvo chances de ampliar la ventaja, incluyendo un casi gol olímpico de Dani Olmo que fue salvado por el poste. Sin embargo, la falta de eficacia mantuvo vivo al conjunto de Carlo Ancelotti de cara al complemento.

La reacción merengue y el renacer del partido

Con el ingreso de Kylian Mbappé, el Real Madrid cambió la cara. Más agresivo y con confianza, empezó a inquietar a Wojciech Szczęsny, quien sostuvo al Barça en varios pasajes. La estrella francesa empató el partido a los 25 minutos del segundo tiempo con un tiro libre preciso, en lo que fue su primer gol de falta en su carrera.

El impulso blanco no se detuvo y, siete minutos después, Aurélien Tchouamení conectó de cabeza un córner lanzado por Arda Güler para darle la ventaja momentánea al Madrid.

El corazón blaugrana y un final de película

Pese al golpe, el Barcelona no se entregó. A cinco minutos del final, otra vez Lamine Yamal apareció en escena para asistir a Ferran Torres, quien gambeteó a Courtois y marcó el 2-2. La tensión invadió el estadio cuando, en tiempo de descuento, el árbitro Juan Martínez Munuera sancionó penal para el Barça, pero tras revisión del VAR, anuló su decisión, llevando el partido a tiempo extra.

Ya en el alargue, el cansancio se apoderó de ambos equipos, y todo indicaba que la definición sería por penales. Sin embargo, a cinco minutos del cierre del segundo tiempo extra, Jules Koundé sacó un remate desde la medialuna que venció a Courtois y selló el 3-2 definitivo, desatando la locura azulgrana.

Con este triunfo, el Barcelona levanta su 33° Copa del Rey, reafirmando su dominio histórico en el torneo y dándole un nuevo título a la era de Hansi Flick.