La mujer, furiosa con su pareja, desnudó un robo millonario de agroquímicos en Quimilí por lo cual su novio fue apresado. La Fiscalía concentra sus energías en otros dos sujetos vitales del oscuro negocio.
Una investigación policial permitió desmantelar una organización dedicada al robo y comercialización ilegal de agroquímicos en varias localidades de Santiago del Estero. Las pesquisas comenzaron tras la denuncia de un productor damnificado y derivaron en una serie de allanamientos que revelaron la magnitud del ilícito.
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El caso salió a la luz cuando una mujer, pareja de Jorge Hernán Carabajal, reveló a una empleada del propietario del campo arrendado, Manuel Monedero, una maniobra delictiva que involucraba el hurto sistemático de productos agroquímicos. La información llegó a la fiscal Luján González Garay, quien ordenó las primeras diligencias. Según el testimonio, Carabajal y otro individuo identificado como Wilson sustraían agroquímicos y los comercializaban con un sujeto llamado Javier. Se estima que el valor de los insumos robados asciende a 10.000 dólares e incluye insecticidas, herbicidas y otros productos.
A raíz de la denuncia, la División Robos y Hurtos inició una serie de operativos que, en menos de 72 horas, permitieron establecer que la actividad ilegal iba más allá de los primeros involucrados. Los investigadores detectaron una red que operaba en los departamentos Moreno, Avellaneda, General Taboada y Aguirre, con una figura central: un hombre identificado como "Yiyo" Cáceres.
Bajo órdenes del juez de Control y Garantías, Héctor Salomón, se llevaron a cabo cinco allanamientos simultáneos. En la zona de Pozo del Toba, se logró la detención de Jorge Hernán Carabajal. En Los Juríes, General Taboada, se inspeccionó el domicilio de "Yiyo" Cáceres, aunque el sospechoso logró evadir a las autoridades. Durante los procedimientos, se incautaron envases de agroquímicos con sustancias como Abamectina, Dicamba y Cletodim. En cambio, en los operativos realizados en El Colorado y a la vera de la Ruta Nacional 89, donde se presumía que se almacenaban más insumos y maquinaria, no se encontraron elementos de interés.
La justicia también denegó un pedido de eximición de prisión solicitado por la defensa de un individuo identificado como Kevin, quien estaría vinculado a la red. Ante esta decisión, el sospechoso optó por ocultarse y su paradero es desconocido. Las autoridades sospechan que los implicados mantenían contacto directo con Javier, considerado un colaborador clave de "Yiyo" Cáceres, en la comercialización de los insumos sustraídos.
Los investigadores intentan determinar el destino final de los productos robados, con la hipótesis de que eran vendidos a productores agrícolas en la provincia del Chaco. Según fuentes policiales, Cáceres dirigía una estructura bien organizada que aseguraba la distribución de los agroquímicos en el mercado clandestino.
Mientras continúan las diligencias, la fiscal González Garay busca avanzar en la imputación de los detenidos y el rastreo de los prófugos. La investigación sigue abierta, con el objetivo de desarticular por completo la organización y esclarecer el circuito delictivo detrás del tráfico de agroquímicos en la región.