La joven se presentó en la Comisaria Segunda vestida con ropa del acusado, quien terminó internado en el Hospital Regional con una herida en el rostro.
Una joven trabajadora se presentó en la Comisaría Segunda, tras pasar más de cinco horas secuestrada por su expareja, quien contó a los uniformados que la noche del domingo su ex pareja – a quien ya había denunciado por violencia de género — la invitó a cenar a su casa con la excusa de que le entregaría sus pertenencias.
Cuando llegó a la propiedad, el sujeto comenzó a agredirla verbalmente y le propinó golpes de puño en el rostro y abdomen hasta dejarla en el suelo. Seguido de eso, la mujer relató que la llevó hasta la habitación donde continuaba siendo víctima de las golpizas, mientras el acusado la asfixiaba y le pedía que se saque la ropa. Como ella se negaba a entregarla, él se la quitó a la fuerza y la obligó a realizarle prácticas sexuales.
De acuerdo con lo informado en la denuncia de la joven, el acusado encendió su equipo de música para evitar que se escucharan los gritos.
Alrededor de las 10 de la mañana, mientras él dormía, ella logró salir de la casa vestida con ropa del acusado. Al percatarse de su escape, el agresor escuchó cuando ella pedía ayuda a los vecinos y, al intentar huir, se refugió en un taller. Durante la fuga, el hombre cayó y se lesionó el rostro con un hierro. La policía llegó al lugar, trasladó al acusado al Hospital Regional y procedió a su aprehensión.