Si bien un 54% votó a Kamala Harris, el 44% eligió al candidato republicano. Latinos, negros y migrantes también se inclinaron por el magnate. ¿El miedo es la estrategia?
Por Mariana Iglesias
Para Clarín
¿Cómo se explica que tantas mujeres hayan votado a Donald Trump? El magnate fue condenado por abuso sexual y más de una decena de mujeres lo denunciaron por este delito. Es misógino y agresivo con ellas. En su anterior mandato llenó la Corte Suprema de jueces ultra conservadores que fallaron en contra del aborto, que se prohibió en muchos Estados.
“Si no hacemos bien las cosas en esta elección, tu esposa, tu hija, tu madre, nosotras como mujeres seremos un daño colateral de su ira”, dijo días atrás la ex primera dama Michelle Obama. Les hablaba a los hombres, dando por descontado que las mujeres votarían en masa a Kamala Harris. No fue así.
A la candidata demócrata la votó el 54% de las mujeres, pero un 44% votó a Trump, más que en 2016. Y eso que en el medio ocurrió el #MeToo, el mensaje que le dio fuerzas a las mujeres para que denunciaran acosos y abusos históricamente silenciados.
El avance de los movimientos feministas fue tan potente en los últimos años como su reacción contraria, el famoso backlash que puso a las mujeres y su conquista de derechos en el centro de la escena. Las campañas de desprestigio incluyen ataques en redes, burlas y mentiras, un combo letal que ensució todo lo relacionado al género, que pasó a ser "ideología de género".
La igualdad molesta. Lo logrado está siendo desarmado a base de discursos de odio y miedo. Muchas mujeres votaron a Trump, al igual que latinos, negros y migrantes, a los que el republicano desprecia y hostiga. El temor a “algo peor” parece ser la razón. En Europa muchas mujeres y parte de la colectividad LGBTIQ+ son de ultra derecha porque le temen a los musulmanes.
Hace años que grupos extremos buscan instalar “la teoría del gran reemplazo”, un concepto racista que sostiene que "el pueblo blanco" está siendo “reemplazado”. El presidente de la Unión Conservadora Estadounidense, Matt Schlapp, ya dijo que prohibir el aborto y obligar a las mujeres a seguir con embarazos no deseados es la mejor manera de aumentar las tasas de natalidad de "nuestro propio pueblo" y evitar el "gran reemplazo". Elon Musk está obsesionado: tiene 12 hijos.
De la mano con esta idea, las "tradwife" (esposas tradicionales) invaden Internet y son funcionales al patriarcado. Kamala, mujer, negra, feminista, no encaja en este momento histórico de regresión. Ir contra las luchas colectivas y la globalización es la estrategia. El individualismo favorece a los poderosos. Sembrar miedo parece ser la clave.