Acusan al ente regulador del fútbol de "abuso de posición dominante".
Las principales ligas europeas han presentado una denuncia formal contra la FIFA, acusándola de "abuso de posición dominante" al imponer un calendario internacional excesivamente cargado.
Esta situación, que afecta la salud y el bienestar de los jugadores, ha generado un creciente malestar, con los futbolistas considerando incluso la posibilidad de una huelga en el futuro cercano.
En la queja, las ligas denuncian que la FIFA ha estructurado unilateralmente el calendario de partidos internacionales y la Copa Mundial de Clubes 2025 sin tener en cuenta las opiniones de las partes afectadas.
En el comunicado conjunto, manifestaron que la FIFA ha infringido la legislación de la Unión Europea, al imponer sus decisiones sin consultar ni coordinarse con los entes reguladores del fútbol local.
La presión ha crecido desde julio, cuando FIFPRO, LaLiga, la Premier League y otras organizaciones europeas comenzaron a cuestionar públicamente la gestión del calendario.
Durante una conferencia de prensa en Bruselas, bajo el lema “Protegiendo la salud de los futbolistas y salvaguardando la sostenibilidad de las ligas nacionales”, los representantes destacaron que el calendario actual tiene un impacto negativo no solo en los jugadores, sino también en la estabilidad económica y social de los campeonatos locales.
El comunicado también señala el conflicto de intereses en el rol de la FIFA como organismo regulador y organizador de competiciones. A la luz de recientes decisiones del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, los demandantes resaltaron la necesidad de que la FIFA actúe de manera transparente y no discriminatoria en sus decisiones.
Además, recalcaron la importancia de incluir a representantes de jugadores y ligas en el proceso de toma de decisiones relacionado con el calendario, para garantizar una mayor equidad y sostenibilidad en el fútbol europeo.
Este enfrentamiento marca un nuevo capítulo en la relación entre la FIFA y las ligas europeas, que buscan proteger no solo la salud de los jugadores, sino también la integridad y el futuro del fútbol nacional e internacional.