El emblemático futbolista se refirió a lo que viene en su vida luego de abandonar la práctica profesional.
El fútbol mundial despide a una de sus leyendas: Andrés Iniesta, quien colgó los botines a los 40 años, luego de una carrera llena de gloria. El campeón del mundo con España en 2010 anunció su retiro hace pocos días, poniendo fin a una era dorada que compartió junto a otras estrellas del Barcelona, como Xavi Hernández y Lionel Messi.
Sin embargo, su relación con el fútbol está lejos de terminar, ya que el Cerebro apunta a iniciar una nueva etapa como entrenador, con el sueño de dirigir al club de sus amores.
Iniesta no oculta sus deseos de algún día estar al frente del banquillo del Barça o de la selección española, pero reconoce que el camino no será fácil. "Ahora mismo quiero empezar a formarme, a aprender de todo fuera del césped y a partir de ahí veremos qué pasa", explicó en una entrevista con Sport, sin generar grandes expectativas sobre un futuro inmediato. "Ser entrenador del Barça son palabras mayores, pero de momento quiero ir progresando y ver qué sucede", agregó, consciente de la alta exigencia que conlleva liderar un equipo de semejante calibre.
El exvolante del Barcelona y de la selección recordó sus años bajo la dirección de Pep Guardiola, quien marcó su carrera con una filosofía de juego única. "Guardiola es un completo. Su visión de ver el fútbol, de entender el juego, de transmitir… Todo", declaró Iniesta, destacando la influencia de otros entrenadores como Luis Enrique en su formación como futbolista. "No es necesario que te hagan una clase de táctica para ver lo bueno que es alguien. Es más el día a día", reflexionó el histórico número 8, quien acumula 32 títulos con el club blaugrana, entre ellos, cuatro Champions League.
Con el Barça actualmente dirigido por Hansi Flick y Luis de la Fuente al mando de la selección española, Iniesta sabe que sus anhelos aún deben esperar. "Me gustaría estar en el Barça y en la selección, en los sitios en los que he estado y los lugares con los que me siento identificado", expresó. Sin embargo, también es consciente de la distancia que puede existir entre los sueños y la realidad: "Una cosa es lo que te gusta y otra cosa es lo que llegará a suceder".
A pesar de las dificultades, el Cerebro se muestra entusiasmado con la posibilidad de transmitir su conocimiento y experiencia en un nuevo rol. Con el mismo temple con el que supo darle a España su primera Copa del Mundo en 2010, sueña con dejar su huella en los banquillos. ¿Podrá repetir la historia, esta vez desde el banco de suplentes? El tiempo lo dirá, pero mientras tanto, Iniesta se prepara para seguir dejando su impronta en el mundo del fútbol.