El jefe del Parlamento, el chavista Jorge Rodríguez, pidió terminar con los vínculos diplomáticos, consulares y comerciales con el país europeo; “¡que se vayan de aquí todos!”, reclamó.
La relación diplomática entre España y Venezuela quedó amenazada este miércoles, en medio de los cuestionamientos que desde Madrid se hicieron a la reelección del presidente Nicolás Maduro y el asilo otorgado a su rival en los comicios, el opositor Edmundo González Urrutia.
Los intercambios vinieron desde los Parlamentos de ambos países. En España, el Congreso de los Diputados adoptó, a solicitud de la oposición de derecha, una propuesta reclamando al gobierno de Pedro Sánchez (PSOE) que reconozca la victoria de González Urrutia el 28 de julio. Maduro, en el poder desde 2013, fue proclamado reelecto para un tercer mandato de seis años por el Consejo Nacional Electoral (CNE), entre denuncias de la oposición, que asegura que González ganó la elección y denuncia fraude.
El jefe del Parlamento venezolano, el chavista Jorge Rodríguez, respondió con la propuesta de romper relaciones diplomáticas, consulares y comerciales con el país europeo. “¡Que se vayan de aquí todos los representantes de la delegación del gobierno del Reino de España y todos los consulados y todos los cónsules y nos traemos a los nuestros de allá!”, clamó en una sesión en el plenario. “Que cesen los vuelos de España hacia y desde Venezuela en líneas aéreas españolas y que todas las actividades de índole comerciales de empresas españolas sean cesadas de inmediato”, añadió.
Rodríguez pidió a la Comisión de Política Exterior del Legislativo aprobar una resolución, que luego debería revalidarse en la plenaria de la cámara, “instando” al Ejecutivo a la ruptura diplomática.
Unos 136.145 españoles viven en Venezuela, según cifras oficiales a enero de 2023. Es la novena comunidad más grande después de la Argentina, Francia, Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña, Cuba, México y Brasil. Se estima que en España viven unos 280.000 venezolanos, incluidos varios dirigentes opositores. La cifra no incluye aquellos que adquirieron la nacionalidad española. Rodríguez acusó al país europeo de convertirse en “refugio” de “homicidas”, “golpistas” y “violentos”.